10. «Deep Blue» de Errorr
Single
Una rola perfecta para comenzar algo, cualquier cosa: el día, un viaje, una misión… Leonard Kaage nos va envolviendo progresivamente en la antesala de algo emocionante que está a punto de ocurrir. Al final, esa controlada y efímera explosión te deja la maldita sensación de querer más y más, y entonces empiezas a abusar del botón «repetir» en el reproductor.
9. «Boscobel» de Sooner
Days and Nights, LP
Qué bonito es lo bonito, ¿no? Más aun cuando se expresa en la música. Y si viste al pop en su estado indie más natural, pues mejor. Sooner tiene en «Boscobel» las guitarras más irresistibles que escuché este año. Me refiero al punto en el que alcanzan su mejor forma en el estribillo: fundidas con la batería y sus platillos logrando un timbre excelso de dulce shoegaze que te llena de miel eléctrica los tímpanos. Ah, pero nada tan sublime como la encantadora voz de Federica Tassano, eso sí. Chulada.
8. «Cosmic Joke» de Al Lover
Cosmic Joke, LP
A cabalgar en la vía láctea, vaqueros. Ya les digo, el galope no será agitado a pesar de las turbulencias que provocan los asteroides que remueven un poco el polvo de las estrellas. El trip-hop se romperá un poco, cierto, y los elementos más psicodélicos de la proto-electrónica, el dub y el krautrock son inexactos en el cálculo de sus respectivas dosis, pero precisamente ese es el encanto de esta estupefaciente pieza: lo abstracto de su fórmula que no requiere ser descifrada sino simplemente contemplada. Todo un viaje.
7. «October» de The Vapour Veils
The Last Hurrah, LP
Una balada con clase. Me gusta la andrógina y aparentemente adolorida voz del frontman, y la rechinante guitarra principal también gime chingón, pero lo más sobresaliente es ese conmovedor estribillo que va creciendo progresivamente mientras la segunda voz del coro suena súper emotiva, además de tan distante y cercana al mismo tiempo. Luego, en el crescendo del cierre, lo que estos suecos dejan ahí es pura pasión. Aplausos.
6. «Corridors of Summer» de Idle Ray
Single
Esto es como estar sosteniendo un helado con dos bolas de nieve de vainilla y fresa, y justo antes de llevarlo a tu boca un trío de Michigan aparece y le coloca una cereza en el tope y luego vierte chocolate líquido que se derrama hasta el cono, formando líneas al ritmo de una refinada balada de dreampop que se oye en el fondo, mientras contemplas el cielo azulado con la luz del sol atravesando las nubes.
Yeap. Así de cursi-melosa suena esta vaina.
5. «Perfect Void» de Shadowlands
Single
Esos vigorosos redobles, las celestiales guitarras… todo suena a gloria y entusiasmo. Me gusta pensar en este track como si un umbral se estuviera abriendo frente a nosotros; la vasta luminiscencia no deja ver qué hay de otro lado pero con estas melodías no puede ser nada malo. Esto es dreampop con elementos sintéticos que sabe a ilusión y paz fundidos en aras de un mejor mañana.
4. «The Life We Planned» de My Raining Stars
The Life We Planned, EP
Pongámoslo así: si tuviera que hacer una playlist en este preciso momento, tomaría Today de Ride y justo al terminar insertaría «The Life We Planned» de Thierry Haliniak con My Raining Stars. No sé aún cuál sería la temática del set -probablemente algo relacionado con nostalgia y guitarras- pero de algo sí estoy seguro: estas dos rolas harían una mancuerna perfecta para apachurrarte el corazón en pocos minutos y luego quedes con una sonrisa mojada de melancolía en el rostro, reflexionando al final con esta, una de las melodías más dulces del año que la vida no es un cuento de hadas.
Nothing is like it was in your mind…
3. «Seed» de Just Mustard
Hert Under, LP
Se los dice un melómano que ama a Cranes y siente una profunda devoción por Portishead: escuchar «Seed» de Just Mustard es todo un agasajo de emociones que solo se puede explicar como si las vísceras danzaran felices en las entrañas. Además, como fanático empedernido del shoegaze y un entusiasta del post-punk, les aseguro que el aderezo industrial que los irlandeses hacen con este par de componentes es algo que no se escucha todos los días y le viene re bien a la escena. Bravísimo.
2. «Still Breathing» de HEALTH (con Ekkstacy)
DISCO4 :: PART II, LP
Conforme pasó el tiempo desde que la escuché por primera vez, «Still Breathing» ha penetrado tan hondo a tal punto que actualmente se ha vuelto muy complejo describirla, es tan intensa emocionalmente hablando… Solo se me ocurre decir que es como la respuesta que Give Up. Goodbye de Soulwhirlingsomewhere estuvo esperando. Todos merecen una segunda oportunidad. Todos necesitan la ayuda de alguien. Nadie está exento de abandonarse a sí mismo y perderse de vez en cuando. HEALTH y Ekkstacy crearon una de las canciones más desgarradoras y conmovedoras que he escuchado en mi vida.
Nota: En su momento, fue más fácil analizar este track dentro de la reseña de DISCO4 :: PART II.
1. «I Love You» de Fontaines D.C.
Skinty Fia, LP
Poesía pura, inteligente y cargada de crítica social. Con todo, es la canción más romántica que Fontaines D.C. ha compuesto (y la más política también). Los irlandeses explican que está pensada desde la perspectiva de un compatriota que vive en el extranjero, le va bien en la vida pero sigue enamorado de su musa a la distancia, por lo que de vez en cuando le escribe cartas en las que también plasma la decepción que siente cuando se documenta sobre lo que social y políticamente está ocurriendo en su país. Y aunque la lírica tiene algunos localismos, no es necesario estar muy familiarizados con el presente ni pasado de Irlanda para entender su crudo mensaje ni su sentimiento, pues estos son universales.
Les comparto entonces la declaración de amor más agridulce que van a bailar a un ritmo semi lento, mientras constantes golpes a la conciencia nos bajan de la nube para lidiar con la ira y el desencanto. Es una soberbia canción y lo que Grian Chatten hace en el estribillo es simplemente brutal. Para mí, la mejor del año… Lejos.
I loved you like a penny loves the pocket of a priest, and I’ll love you til the grass around my gravestone is deceased
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