Mushroom Pillow, 2016

Calificación

Cuando escuché por primera vez a Belako hace cuatro años (antes de su LP debut) me dio la sensación de estar presenciando un acto con componentes claros del synthpop y post-punk súper bien fusionados, con episodios que bien podrían llevarte a la discoteca pero que no dejaban de lado los riffs crudos en sus cuerdas y esa línea de bajo dominante, típica del punk. Ahora, en 2016 y después de una buena crítica generalizada con su primer LP (y un par de EPs) los españoles han regresado con Hamen (que en euskera significa «aquí») que a primera escucha me convenció de que los escapes rockers salieron a flote casi de forma natural a través de su prolongado tracklist. Este es un cambio a favor que gracias a su característica mezcla de géneros en las previas entregas no se siente tan drástico; así entonces han engordado su música y fortalecido su punch.

En esta nueva obra encontraremos reminiscencias de proyectos no muy lejanos en la historia, de hecho algunos de ellos son contemporáneos como Eagulls, Merchandise y el más emparentado de todos: Savages. Pero si buscan bien (y si se dejan llevar) también saborearán las influencias del rock alternativo de finales de 80s y principios de 90s junto al famoso college rock de Pixies, Sonic Youth y los primeros R.E.M. (por mencionar algunos) sin siquiera estar cerca de considerar a la banda española una copia de ninguna de ellas. Es, como bien deben imaginarse, una sabia recolección de los sonidos del ayer pero poniéndole una marca bien registrada y súper palpable. Este disco es diverso y con mucho estilo gracias a ello.

Hablar de cada uno de los temas me llevaría a escribir quizás la reseña más larga en mucho tiempo, basta destacar los momentos más sublimes y dejar claro que los que se me puedan escapar no están lejos de serlo y que para su mejor disfrute del álbum como un todo, tampoco son consecuencias monótonas. Por ejemplo, «Key» es un track que tiene esa aura de energía positiva, mucho vigor y además es ejecutado con valentía y audacia; es como un momento de orgullo para levantar la cara hacia el cielo. Por otro lado, «Nomad» es como el rock solido y de garage (casi se pueden escuchar los ecos rebotando en las puertas de la habitación) con unos sutiles punteos de guitarras bien afiladas que brindan poquita luz; la voz de Josu es tan humana que abona más en la resonancia orgánica que quisieron experimentar en la canción. Pero qué decir de «Track Sei», el single pegajoso por excelencia de todo álbum pero que jamás suena forzado para agradar o colarse en las listas de la radio, sino que al contrario con sus sintetizadores y deliciosas guitarras te conducen al mejor estribillo que Belako ha logrado en su corta carrera, para que con el mismo ímpetu decidas seguir el camino hacia la oscuridad optimista de la producción en su totalidad.

Es en «Something to Adore» donde la banda se viste de gala y prende las velas para dar pie a la balada más bonita de Hamen. Es una canción con mucho más estética y atmósferas más trabajadas, y además es de corta duración a propósito, creo yo, para dejarle al escucha esa medio adictiva sensación que lo haría quizás presionar el botón «repetir» por primera vez dentro del tracklist, pues el tiempo está contado y es poco lo que tenemos para apreciar el verdadero encanto de esta búsqueda por algo que adorar en la vida. Luego llega «Mum» (que fue rescatada de las grabaciones de sus EPs en 2014) para recordarnos la propuesta inicial de la banda española; aquí suena todo como si hubiéramos metido en una licuadora a Warpaint y Lali Puna. Después sigue «Aarean Baz» en una línea todavía más experimental y de igual manera más bailable, con gritos controlados y manos arriba aplaudiéndole a la noche que es larga (los coros infantiles se escuchan brutal). Y para terminar, «Sinnerman» y «Monster» nos llevan al rave sin darnos cuenta, donde la fiesta promete pero no por mucho tiempo, pues son menos de 10 minutos (sumando las dos) para dejarlo ir todo. Así se acaba la experiencia.

Bien por Belako, y mejor por nosotros sus (nuevos) fans por escucharles. Han creado un disco digno de recomendación y que además pone en alto a España en la escena independiente (nuevamente). Esta es una atrevida demostración de cómo géneros en boga quizás opuestos pueden embonar con un poco de creatividad y estilo. Si lo tuyo es buscar un club al anochecer, o las luces de neón al aire libre para la danza y la alucinación en el aquí y el ahora, Hamen puede ser tu escape en este 2016. Si por otro lado quisieras emborracharte de rock en la oscuridad sin ensuciarte las manos, Belako también podría ser tu guía con un post-punk muy nítido que funge como base para que que puedas entonar verdaderos himnos de noche.

Tracklist:

  1. Fire Alarm
  2. Guk Emanez
  3. Off Your Shoes
  4. Key
  5. Nomad
  6. Track Sei
  7. Something To Adore
  8. Mum
  9. Hegodun Baleak
  10. Crime
  11. Aarean Bez
  12. Sinnerman
  13. Monster

Me suena a: Girls Names, Merchandise, Savages


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