Ay, el Britpop… etiqueta amada y odiada por igual. En muchos sentidos acertada, pero en muchos más errada; tan fugaz como perdurable.

Resulta intrigante que la historia de Pulp iniciara diez años antes, en pleno furor del post-punk inspirados por las bandas punteras del momento en Sheffield como fueron The Human League y Cabaret Voltaire. Sus primeros tres álbumes fueron muy distintos entre sí y no alcanzaron éxito comercial, pero desde el primer momento tuvieron la gran cualidad de poner en común una facilidad para crear melodías pegadizas con un espíritu intelectual y artístico capaz de darle un sentido más amplio y profundo a sus canciones. Ambas cosas las encarnaba perfectamente su cantante y líder, Jarvis Cocker.

Mientras que en los 80s fue imposible alcanzar el reconocimiento, en los 90s la banda encontró su lugar en el mundo gracias a esa libertad que ofreció el boom del rock alternativo para hacer básicamente todo lo que uno quisiera. Aun con Oasis y Blur como los dominadores de las acciones, Pulp escribió un capítulo brillante en esa historia colectiva de la música británica con una trilogía de LPs con relatos muy vívidos y repletos de sátira, cinismo y, cuando hacía falta, de oscuridad; alimentadas por una mezcla de influencias glam, new wave, pop, art rock y espíritu discotequero. No es sorpresa que, incluso evitando en lo posible los lugares comunes, esos tres discos aporten la mayor parte de los temas en esta selección como tributo a una imprescindible carrera:

 

1. My Legendary Girlfriend

Separations LP, 1991

Luego de tres álbumes que no llegaron a nada y con el futuro de la banda comprometido cuando Jarvis se mudó a Londres para estudiar cine un tiempo, un golpe de suerte les sonrió al publicarse tardíamente esta canción como sencillo, y encontró su camino en el NME para ser nominada como “Canción de la semana”. Ese beat de batería y el teclado prolongado siempre inalterable mientras Jarvis alterna entre susurros y una voz grave dieron con un primer indicio de hacia dónde debía dirigirse su música, pero también indicaban que finalmente lo que sonaba en el momento se había alineado favorablemente para desarrollar su propuesta.

 

2. She’s A Lady

His N Hers LP, 1994

La tendencia negativa se rompió con His N Hers, el primero de tres LPs aclamados incondicionalmente y que a su manera parecen narrar la historia misma del britpop. Aunque no se publicó como sencillo, “She’s A Lady” con ese ritmo que va y viene también tiene mucho de discotequera, pero la guitarra se hace notar lo suficiente para dejar evidencia de que finalmente dieron en el clavo para unir lo arty con lo comercialmente exitoso. La versatilidad vocal de Jarvis se escucha aquí en todo su esplendor: susurros, momentos graves y sugestivos, otros agudos y apasionados…

 

3. Do You Remember The First Time?

His N Hers LP, 1994

Cuando hablamos de britpop, hablamos de coros. Y este coro es de los insuperables en el catálogo de Pulp. Tranquilamente podría pasar por una canción de Suede con esos momentos de guitarra tan vibrantes, la voz apasionada de Cocker y esa estructura tan cercana a T. Rex o al Bowie de Ziggy Stardust, pero la forma tan personal y refinada para relatar cómo intenta hacer que su ex novia engañe a su actual pareja con él marca una diferencia importante. No es sorpresa que fuese el primer Top 40 del grupo.

 

4. Mis-Shapes

Different Class LP, 1995

La pista que abre Different Class es una declaración de intenciones muy rotunda. Aun conservando ideas de la new wave y la música disco, las guitarras de Mark Webber van a adquirir un rol más importante en la producción. Líricamente es un comentario favoreciendo a esos marginados de los que Jarvis formaba parte en su día en Sheffield que debían aguantar los malos tratos de la gente “normal”, llamando a resistir y tomarse la revancha. Una lástima que él mismo la despreciara con el tiempo, al punto de no aparecer en el compilado Hits años después.

 

5. I Spy

Different Class LP, 1995

Este disco le subió el tono a la guitarra pero también a la sexualidad. Por momentos esta canción suena como “canción Bond”, pero es una trampa. El espionaje tiene menos que ver con la Guerra Fría y el MI6, y más con un voyeurista que sigue cada movimiento de su víctima con detalle desde su rutina diaria hasta su intimidad esperando para “cambiarte el mundo”. Perturbador, pero irresistible momento en su discografía.

 

6. This Is Hardcore

This Is Hardcore LP, 1998

Es imposible evitar el cliché con esta canción. Tranquilamente es una de las mejores rolas (y videos) de los 90s. Los arreglos de cuerda, lejos de la fanfarria que acostumbraba Blur en “The Universal” o la redención de Oasis en “Wonderwall”, albergan más oscuridad y dinamismo. Nos transporta por el libertinaje, una espiral decadente del mismo y la desolación que queda cuando todo termina… con el curioso detalle de que no habla de un cantante, sino de una actriz porno. “Come over here, babe, and talk in the mic”. Nada más que añadir.

 

7. I’m A Man

This Is Hardcore LP, 1998

Una mirada ácida y crítica del machismo y de lo que se espera de un hombre que funciona no sólo para hablar del mismo Jarvis, sino de todo el britpop en sus días más locos. Habiendo bebido y probado todo lo que podía, sólo quedaba cansancio en él, en su banda y en toda esta escena que lo había elevado a la cima. La guitarra de Mark Webber no es tan juguetona como en trabajos anteriores, pero consigue cautivar incluso a la hora de abordar un tema tan serio.

 

8. Seductive Barry

This Is Hardcore LP, 1998

Acompañado de Neneh Cerry y Carol Kenyon (recordada por aportar la voz femenina en el hit de Heaven 17, “Temptation”), Jarvis desvela aquí su fascinación con Barry White, por un lado, y cómo puede variar su fórmula cambiando el romanticismo por perversión sexual idealizando la cama como un lugar donde los sueños pueden hacerse realidad, incluso si la soledad es la única acompañante mientras nuestro narrador se masturba con revistas.

 

9. Bad Cover Version

We Love Life LP, 2001

Todo lo bueno termina en algún momento, y a Pulp ese final le llegó en 2001 entre presiones por crear material más viable comercialmente hablando y el propio cansancio del grupo tras una década luchando por hacerse conocidos, y otra década lidiando con la fama y los excesos. Todavía se pudieron dar un último gusto contando con Scott Walker (ídolo personal de Jarvis) en la producción de We Love Life y un tema donde el vocalista echa por tierra las fantasías que nos había vendido en el pasado para darle paso a un realismo crudo pero necesario en ese momento. Claro que no pudo evitar meter cierta dosis de humor en el video promocional (con varios imitadores «covereando» distintas líneas de la canción).

 

[EN 7 FRASES] Pulp


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