Cuando personajes como Kristof Hahn (Swans) y T. Wydler (Nick Cave and the Bad Seeds) te recomiendan una nueva banda, no tienes otra opción que escuchar y nada más. Por eso estamos aquí, saciando nuestras expectativas altas con Lolita Terrorist Sounds, este proyecto emergente y solista de Alemania que suena siniestro y soberbio en las sombras.

Maurizio Vitale es la mente creativa y perversa detrás de este acto musical que ciertamente suena avant-garde, rockero-industrial y tétrico para su estilo gótico, muy lóbrego y clásico desde una perspectiva setentera y ochentera. Su resonancia es sucia y heterodoxa, como si de una noche en un cabaret de mala muerte, en un sótano oscuro y desolado se tratara. La sangre gotea y se impregna en los muebles empolvados para confundirse con las manchas de vino tinto que caen de la mesa.

El 2023 es el año de su gran debut con disco largo, a pesar de que Vitale lleva ya haciendo música por poco más de cinco años. El elepé se llama St. Lola y cuenta con un set de siete rolas, entre las que escucharemos colaboraciones del fallecido Bob Rutman y del propio Kristof Hahn, este último, por cierto, hechizado por el estilo de Lolita que le recuerda a las mejores bandas post-punk de los setentas que eran «más calientes que un sartén y más afiladas que una navaja».

Este es el nuevo alarido maldito de un artista cuya cosmovisión se vuelca hacia la fascinación por lo grotesco y la aflicción. Una propuesta de esta naturaleza ciertamente no es para todos los oídos, no es para todas las almas; habría que estar dispuesto a experimentar trances mediante conjuros melódicos que despertarán algunos demonios en tu interior, con los cuales habrá mucho de qué platicar y reflexionar.

 


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