Muchas veces, en la industria musical, hablar en términos de «los mejores» en algo nos remite a un limitado universo de los artistas más dominantes de la escena mainstream. No es que por ser meramente «comercial» un músico tenga menos atributos que otros, pero sin duda parece injusto que se dejen de lado a los que desde una plataforma más subterránea o, digamos, independiente también brillan con luz propia y, en algunos casos, suelen contar con mejores cualidades artísticas.
Dicho lo anterior, y enfocándonos ahora en las voces femeninas más angelicales que hemos escuchado en los últimos tiempos, acá reunimos a las cantantes más prodigiosas en la escena alternativa. Aclaramos también que en esta ocasión buscamos lo más apegado al término «celestial/angelical» particularmente, por lo que estamos conscientes que otras grandiosas voces quedaron fuera de la lista no por carecer de atributos sino porque quizás van emparentadas con otras etiquetas. Aun así, las reunidas aquí son verdaderas divas cada una en su estilo y subgénero, e incluso algunas de ellas han alcanzado el nivel de leyenda que inspiran a una nueva generación de cantautoras en la actualidad, cuyas representantes más destacadas también hemos reconocido. Así que ¡comenzamos!
Rachel Goswell (Slowdive, Mojave 3, Minor Victories)
Ah, nuestra adorable Rachel, musa de todos los indie kids de los 90s e influencia para las nuevas chicas shoegazers de la actualidad. Sin duda con Slowdive en sus inicios vamos a encontrar su mejor registro vocal gracias a las atmósferas de ese poderoso dreampop que le hacía sonar como devenida del cielo. Luego, con Mojave 3 la escuchamos un poco más «terrenal», y recientemente en su regreso con Neil Halstead y en algunos proyectos alternos como Minor Victories la encontramos lógicamente con unas cuerdas vocales más maduras que aún alcanzan lo celestial.
Kristín Anna Valtýsdóttir (Kría Brekkan, Múm)
La cantautora y multi instrumentalista islandesa, Kristín Anna Valtýsdóttir se presentó en la escena, junto a su hermana Gyða en la experimental y ecléctica banda Múm, con un timbre vocal tan tierno que sonaba como el de una niña mimada que cautivaba a primera escucha. Luego incursionó en distintos proyectos como Avey Tare & Kría Brekkan, con su esposo David Portner. Ahora trabaja en solitario y su voz sigue sonando igual de dulce y angelical que siempre.
Alison Shaw (Cranes)
Y hablando de voces de niña, cuál mejor que la de Alison Shaw. La prensa también se referían a ella como «la voz de una muñeca» o «susurros como maullidos infantiles», y vaya que así parecía. Lo que ella le aportó a Cranes fue precisamente esa luminosidad y dulzura que un proyecto tan lúgubre necesitaba para no ser del todo tenebroso como su instrumentación a veces lo sugería. Hoy por hoy, dentro de la escena alternativa, es considerada una de las voces más sensuales de la historia.
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Tracyanne Campbell (Camera Obscura)
Tracyanne es una de las voces más lindas del indie pop. Con su banda escocesa, Camera Obscura ha sobresalido en esa categoría por sobre muchas del género con voces femeninas. Lo mejor de todo es que no lo intenta: suena tan genuina, sin esfuerzo. Sin duda nació para almibarar melodías.
Allysa Massais (Mahogany)
De las mencionadas aquí, seguro Allysa es una de las que mejor se desenvuelven en las frías atmósferas del dreampop, con Mahogany. Sus cantos bien pasan por sutiles susurros en la oscuridad o como guías en vuelos ligeros. Es una lástima que la actividad con esta banda sea tan intermitente, pero cada vez que regresan al estudio a crear nueva música cosas fantásticas suceden.
Harriet Wheeler (The Sundays)
Considerada como uno de los mejores timbres femeninos en la historia del (indie) pop, Harriet es inigualable y maravillosa. No pudo haber un mejor proyecto que The Sundays para vestir su voz que emerge en perfecta armonía con la música jangle. Y su eco presume cierta dualidad penetrante que va desde la apariencia de escuchar a una tierna niña cantando con ligereza hasta unos episodios que nos ofrecen más entereza y energía en su dicción.
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Erin Welton (Autumn’s Grey Solace)
En una label como «angelical» no podía faltar de ningún recuento una de nuestras chicas consentidas del darkwave y el dreampop, Erin Welton de St. Augustine, Florida. Desde luego que es Autumn’s Grey Solace, su eterno y místico proyecto musical el que ha expuesto sus estelas sonoras más prodigiosas, siguiendo instrumentalmente los pasos de Cocteau Twins y Dead Can Dance, bandas que deben estar orgullosas de este gran relevo en el goth.
Alice Glass (Crystal Castles)
Alice brilla con o sin Crystal Castles. No importa qué proyecto nuevo emprenda en las ligas de la electrónica o el electro-punk, su voz siempre será una de vanguardia. Hay cierta inocencia emparentada con irreverencia en sus tonos tan sofisticados: en una línea te enamora, en otra te sacude y te reta. Siempre envolvente y atractiva, desde luego.
Sarah Peacock (Seefeel)
Un manejo de voz estilo gourmet, porque en Seefeel son fugaces o muy bien administrados los momentos en que esta increíble voz sale a flote. Si antes describimos las tiernas voces de Kristín Anna Valtýsdóttir (Múm) y Alison Shaw (Cranes) como las de infantes, del estilo de Sarah podemos decir que es como el de una niña robot. Suena inocente y dulce pero también mecánica y calculada con perfección. Su timbre es uno de los más especiales y exóticos que hemos escuchado.
Nicola Hitchcock (Mandalay)
Nicola con Mandalay fue en un punto lo más sensitivo y sensual posible dentro del trip-hop. Con un timbre amatorio, la cantante británica daba luz a cualquier nota que le pusieran en frente. En su fase solista nunca ha sido diferente; se desenvuelve con tal naturalidad que el ejercicio de escucharle resulta un placer que alcanza niveles eróticos.
Katie Ball (Just Mustard)
Otra musa con una tierna y angelical voz que pasa por infantil. De hecho, las comparaciones con Alison Shaw son inevitables en este caso; para muchos fans de Just Mustard es como escuchar a Cranes en una nueva etapa de su carrera. Lo que esta chica irlandesa logra con su registro es algo tan exótico que a veces cuesta explicarlo.
Suzanne Perry (Lovespirals Dawnwards)
En los dominios del ethereal-darkwave, Lovespirals Dawnwards son emblema que perdurará por mucho tiempo. La eclesiástica voz de Suzanne tiene mucho que ver, que siempre cantó con una dicción igual de nostálgica que etérea, con un halo de energía casi religiosa.
Melissa Arpin-Duimstra (Loveliescrushing)
Melissa Arpin-Duimstra es la acompañante de Scott Cortez en el hermoso caos etéreo que representa Loveliescrushing. Y ella de verdad que suena como un ángel, escondida detrás y al lado de un ruido celestial que propone nuevas perspectivas de armonía que no conocíamos. Tiene un registro súper profundo y abisal.
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Lyubov Soloveva (Pinkshinyultrablast)
Estridente y surrealista el timbre de esta chica rusa que se fusiona perfectamente con la electricidad de las guitarras shoegazers de Pinkshinyultrablast. Luego, en los momentos más dreampop, suena cual campanas de hielo en hermosas melodías cuyas letras son incomprensibles pero tal condición pasa a segundo grado. La suya es una voz que te invita a volar.
Kim Field (The Stargazer Lilies, Soundpool)
Primero en Soundpool y luego con The Stargazer Lilies, siempre de la mano de su esposo John Cep (bajo y guitarra) y bajo la reverberación del shoegaze y el dreampop: donde las angelicales y sofocadas voces lucen mejor. Kim está a la altura, el color de su voz ilumina cualquier espectro caótico u oscuro creados por sus instrumentos cargados de electricidad. Y sus suspiros ecoicos parecen venir del más allá.
Dolores O’Riordan (The Cranberries, D.A.R.K.)
Imposible olvidar a Dolores O’Riordan en este y cualquier otro conteo de las mejores voces de cualquier sexo, género musical o época. Creemos que su mejor momento fue en sus inicios, cuando saltó a la fama con The Cranberries en sus primeros álbumes. Su voz fue algo que difícilmente se podía comparar con algún otro acto. Lo tenía absolutamente todo para convertirse en uno de los mejores registros femeninos de todos los tiempos… Y así fue.
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Leigh Nash (Sixpence None the Richer)
Con un rostro así no podía ser de otra forma. Desde luego que la de Leigh Nash es una de las más hermosas voces de la época contemporánea: toda melosa, pura y sedosa. Fue difícil no caer flechado a primera escucha. Y sin duda fue referente en el género pop para su generación.
Björk (The Sugarcubes, KUK)
Pocas voces en la época moderna tan galardonada y reconocida como la de la extravagante cantante islandesa. Es simplemente una institución de la música pop. Sus tonos y la extensión que alcanza son tan difíciles de lograr para cualquier cantidad de chicas en la escena, que es mejor reconocerle su categoría de máxima influencia para muchas de ellas y evitar emularla. Desde pequeña, en cualquier faceta por la que haya pasado Björk siempre tuvo una voz privilegiada y jamás, a través de los años ha dado indicios de contramarcha en la materia. Por el contrario: como los vinos.
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Kristine Capua (Very Trouly Yours, Tiny Microphone, Gold-Bear, Tiny Fireflies)
Como podrán ver, Kristine es una chica súper activa y que disfruta de experimentar en distintos proyectos que la ayuden siempre a encontrar nuevos matices para sus cuerdas vocales; aunque no es como que lo necesite, pues la cantante de Chicago es otra de las aquí listadas que suena tan genuina y natural que su dicción jamás cansa, por el contrario, cautiva. Otro ejemplo de delicadeza y blandura en el indie pop; y una de las mejores en esa categoría.
Lisa Gerard (Dead Can Dance)
Y hablando de ángeles góticos… Aquí todo un referente de la subcultura goth. Lisa ha inspirado a muchísimas generaciones de vocalistas desde que domó oídos con su estilo operístico a partir de los 80s con Dead Can Dance como una de las mejores cartas de presentación del sello 4AD. Como solista y con una cantidad innumerable de colaboraciones a través de tantas décadas ha dejado prodigiosas firmas vocales en la historia de la música. Toda una leyenda.
Kim Weldin (Tape Waves)
Kim es una de las voces más célicas en la nueva generación de bandas indie pop. Podríamos decir, si nos apuran un poco, que este género le queda corto para el matiz de su dicción y el alcance que puede llegar a tener. Quién sabe. Pero al menos por ahora, con ella encontraremos un aliciente extra e inmejorable al adentrarnos en esta label con la que se despierta tanto amor, optimismo y añoranza en un dos por tres.
Elizabeth Fraser (Cocteau Twins)
La voz de Dios, como la nombró la prensa británica por allá en los 80s. Lo de Liz ciertamente es cosa de otro mundo: una de las voces más angelicales de todos los tiempos; llena de aura, fuerza, misticismo y un halo celestial devenido de otros planos. En algunos momentos, los más cautivadores, suena cual sirena asechando a sus presas en el mar con conjuros en idiomas desconocidos. Escuchar a Liz es como entrar a un mundo de fantasía, un cuento de hadas con capítulos de mucha luz y otros de oscuridad encantadora; y, en otras ocasiones, nos lleva también a paisajes coloridos y etéreos.
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