Mientras meses atrás Stella Diana comenzaba a abrirse paso hacia su primer larga duración Nitocris, nosotros íbamos perdiendo un suspiro por cada avance que soltaban. Desde que los escuchamos con su EP Alhena el año pasado, estos italianos representaron para nuestros oídos un real rostro de relevo generacional para el shoegaze. Es una banda respetuosa de las raíces del género pero se toma la libertad de incluir a su sonido elementos de subgéneros derivados y del post-punk, de vez en cuando.

Ahora que escuchamos este álbum, compuesto por nueve tracks (con guiño a Psychedelic Furs incluido), confirmamos que SD es para tomarse en serio. Sus atmosféricos synths, las líneas de guitarra que seducen lentamente sobre todo cuando esas cuerdas se tocan en un solo sentido, las percusiones bien sólidas y esas voces melancólicas y ecoicas que parecen emanar del aire: tienen todos los elementos necesarios para enamorar a primera escucha. Este es un digno trabajo que merece nuestra atención y que seguramente encontrarán a final de año en nuestros conteos definitivos de mejores lanzamientos:

 


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