Wichita, 2017

Calificación

Con la reseña de este álbum considero que cierro una terna de regresos emblemáticos y prometedores que se anunciaron para este 2017 por bandas casi hermanas, al menos amigas durante los días más importantes de sus carreras y que habían claudicado décadas atrás, antes de volver con música nueva. Me refiero a los nuevos álbumes de Slowdive (homónimo), The Jesus and Mary Chain (Damage and Joy) y Ride. Y el más reciente de estos últimos quizás es el menos satisfactorio.

Si bien es cierto Weather Diaries suena tan fresco y rozagante que no cabe duda que está «en onda» para danzar en las radio emisoras en pleno 2017, también se debe reconocer, al menos por parte de sus fans más longevos que no era precisamente lo que se esperaba de una de las bandas más emblemáticas del shoegaze en los 90s. Y no me malinterpreten, no quiero decir que algunos esperábamos se mantuvieran con ese sonido por siempre. De hecho, antes ya de su primera ruptura seguro recordarán que se habían dado un salto bastante obvio al britpop (y curiosamente fue donde comenzó el declive, por cierto). Pero un aire nostálgico de aquellos mejores días o al menos referencias más pronunciadas al old school del indie no hubieran estado de más.

Por ejemplo, tomemos el single «All I Want» (video) con su ridículo y puberto intro… ¿En serio, Ride? Aquí sí estoy seguro que hablo por la mayoría de sus fans al decir que lo que menos nos interesa por parte de una banda de este calibre es un intento desesperado por sonar súper «buena onda» con esa indietrónica o música disco para las pistas de baile de media tarde. No importa que luego casi componen el fiasco con buenas guitarras y un decente estribillo; haber usado esa secuencia (¡y no hacerla desaparecer por el resto de la rola!) y luego meterla como uno de los sencillos promocionales fueron las peores ideas. Una decepción similar llega con «Charm Assault» (video); acá todo va al revés en comparación con el caso anterior, es decir, el estribillo es tan malo y trillado que hace olvidar lo bien que suena todo lo demás.

Bien. Tenía que desahogarme y decir eso. Ahora sí, sigamos… ya que no todo es tan malo como parece. Porque afortunadamente los álbumes son más que dos malas canciones y al rescate llegan otros episodios que son más, digamos, interesantes. Están por ejemplo las atmosféricas y melancólicas «Home Is A Feeling» y «Weather Diaries» (con un prolongado y soberbio cierre) en las que por cierto tomaron una acertada decisión al pegarlas en el tracklist, pues juntas proponen un trance en dominios dreampoperos por poco más de 10 minutos.

La pareja de tracks que despiden el álbum también es de lo más afortunado: «Impermanence» y «White Sands»; porque no es casualidad que cuando los británicos recuerdan sus primeros días en la música es cuando más inspiración se desborda al momento de componer. Y estos son buenos ejemplos para demostrar que no precisamente necesitas sonar como antes para agradar, solo hace falta tener siempre presentes tus raíces y de ahí puedes partir a donde quieras. Y un buen híbrido entre esos dos puntos podría ser «Rocket Silver Symphony», ya que desconcierta al inicio con un mood a-la New Order (por pensar en una banda por ahora) pero que regresa el balance hacia un britpop eléctrico. No es el mejor track pero tampoco es tan malo como los primeros casos mencionados.

Es verdad que Ride a estas alturas estén en todo su derecho legítimo de mirar hacia distintos horizontes al momento de plantearse una meta sonora en su trabajo, así como buena parte de sus fans longevos también están en todo su derecho legítimo de reprocharles el distanciamiento de su sonido original que ya venían mostrando antes de su primera separación y que ahora parecen agudizar más. Aunque puedo entender lo que Andy Bell y compañía están buscando quizás en un plan a mediano plazo: ir por nuevas generaciones de fans, lo que significaría que este regreso no está pensado en un solo disco y ya (y eso es bueno). Así que tratando de entender las cosas desde esta perspectiva tiene sentido que hayan concebido un álbum como Weather Diaries que si bien no es tan novedoso ni moderno como para cantar victoria en ese sentido (el de ponerse a la vanguardia y conquistar oídos más jóvenes) tampoco los hace retroceder en el tiempo ni los ancla a sus mismas fórmulas.

Y volviendo a ver este tema como la terna de bandas iconicas que mencionaba al inicio, quizás valoro a estas alturas un poco más lo que lograron The Jesus and Mary Chain y Slowdive en sus respectivos regresos discográficos. Los primeros hicieron casi lo mismo que ahora hace Ride (retomar las cosas donde las habían dejado hace años); la diferencia es que los hermanos Reid lo estaban haciendo muy bien antes de separarse por primera vez, no así Bell, Mark Gardener, Laurence Colbert y Steve Queralt que iban en caída libre. Y Slowdive, bueno, ellos además de ir por sus raíces retomaron las cosas donde las habían dejado y también las revistieron, y encima se rejuvenecieron sin caer en los clichés ni perder su propia esencia.

Tracklist:

  1. Lannoy Point
  2. Charm Assault
  3. All I Want
  4. Home Is a Feeling
  5. Weather Diaries
  6. Rocket Silver Symphony
  7. Lateral Alice
  8. Cali
  9. Integration Tape
  10. Impermanence
  11. White Sands

 


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