Partisan, 2017

Calificación

Ya habían sido poco más de cinco años desde que Cigarettes After Sex hizo su debut en la escena y sus primeros fans se engancharon con su música inmediatamente. Con los pasos lentos (pero seguros) que fue dando la banda texana entre EPs y singles (y algunos covers) el tiempo se hizo casi eterno pero igual las expectativas iban creciendo cada vez más. Hasta que llegamos a este 2017, año en que por fin su primer larga duración, homónimo, ha visto la luz.

 

La producción consta de 10 elegantes baladas que en todo momento te sumergen en aguas tranquilas y cristalinas que danzan lentamente en dreampop monócromo y un slowcore minimalista. Es paz, melancolía y sensualidad entrelazadas por cuerdas etéreas. Y de vez en cuando, en tópicos amorosos, también es la más sofisticada representación de la derrota.

 

Quizás a primera escucha de principio a fin puedas pensar que cada canción es casi idéntica a la anterior, pero es cuestión de tiempo para adentrarse profundamente a la obra, allá detrás de las espirales de bruma para encontrar momentos cumbres dentro del tracklist como lo son «K», «Each Tim You Fall in Love», «Apocalypse», «Sweet» o «John Wayne» que seducen en todo momento con sus filosas e inofensivas cuerdas de nylon que se escuchan por debajo de la espesa niebla que lo cubre casi todo. La voz de Greg González (líder absoluto de la banda) es frágil y honesta, y recuerda por momentos al timbre de Dan Bejar (Destroyer). Y su lírica es directa, sin clichés, con su mayor preocupación por delante que son las consecuencias en los desenlaces del amor, aunque también hace uso de su memoria (o imaginación) para dibujarnos a blanco y negro escenarios de un ayer que añora con nostalgia.

 

Con este LP debut, Cigarettes After Sex pinta el mundo de un solo tono casi todo el tiempo: oscuro, con sutiles destellos de luz opaca y un gris que quiere brillar en cada nota sonora. Pero lejos de motivar una noción de temor o desolación, las gélidas atmósferas te reconcilian, otorgan paz y certidumbre. Este es un álbum cuyo título (o mejor dicho una banda cuyo nombre) no pudo proyectar mejor esa sensación particular que incentiva su música (¿a poco no?): es la digna calma que llega después del orgasmo en la cama, entre sábanas de seda, un ventilador a medio andar y una ventana abierta. Y si miras a través de ella, podrás abrazar el frío del misterio justo antes del amanecer.

 

 

Tracklist:

  1. K
  2. Each Time You Fall in Love
  3. Sunsetz
  4. Apocalypse
  5. Flash
  6. Sweet
  7. Opera House
  8. Truly
  9. John Wayne
  10. Young & Dumb

 

 

 

Me suena a: Red House Painters, Mazzy Star, Low


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