«Gracias a Agustín por prestarme su teclado Casio CTK-1550, a el Mo por prestarme su guitarra, a Diego y a todos los que me apoyan. Los quiero» se lee en las redes sociales de sumergido, este sorpresivo e interesantísimo proyecto solista de Uruguay, que recién editó su primer mini disco, sin título.

Algo de shoegaze y noisepop hay acá, mucho pop de recámara, atmósferas, baja fidelidad y una base sintética que igual suena vintage que mística. Algunas de estas seis rolas caminan de lo abstracto a lo complejo, siempre con secuencias melódicas e instrumentales poco convencionales y adictivas. Todo hecho por una sola y joven persona, de bajo perfil, casi desapercibido pero nunca para nuestro radar melómano.

No hay nada más DIY en la actualidad que esto, al menos no de esta calidad, que suene tan chingón.

 


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