Damon Albarn, el multifacético músico, productor y cantautor (Blur y Gorillaz) debe gozar de oídos privilegiados que le permiten enriquecer esa visión artística de la cual se vale para mantenerse desde hace muchas décadas como un personaje vigente y -en otros casos más ambiciosos- vanguardista en el arte sonoro. Y así como él ha firmado algunos de los discos que han cambiado la vida de muchos melómanos allá afuera, también tiene su propia lista personal de títulos predilectos, los que más le han inspirado, precisamente.

Sobre esto el oriundo de Whitechapel, Lóndres (Inglaterra) platicó en una entrevista con la gente de Far Out Magazine hace unos años, animándose a señalar los tres discos predilectos en su colección, explicando brevemente por qué son considerados sus favoritos de todos los tiempos.

Primero, hizo mención para Bobby Womack, de quien dice pudo haber elegido tres o cuatro discos, pero sin duda es The Poet (1981) el que más le fascina; y explicó que junto a Tony Allen es de los músicos que más lo han marcado.

El segundo de la lista fue World Psychedelic Classics 5: Who is William Onyeabor? (2013) de William Onyeabor, una compilación de su artista nigeriano favorito y a quien admira con cierto misticismo, ya que mientras más lee y estudia sobre él y su trabajo, más enigmático le parece el personaje.

Por último, tuvo que llegar un clásico: Low (1977) de David Bowie, que fue producido por Brian Eno y Tony Visconti. Sobre este trabajo, Damon dijo que Bowie y Eno absorbieron el punk para llevarlo a Berlín, Alemania y crear un disco futurista, «justo en la primera parte de la Guerra Fría».

Así que ahí lo tienen, tres peculiares selecciones del músico británico que, si lo consideramos bien al escuchar su trabajo, podemos entender por qué están ahí. Sin duda hay más trabajos que le han inspirado, y la lista podría extenderse muchísimo más, pero los tres primeros y más especiales lugares siempre estarán reservados, al parecer.

 


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