La memoria es una función cerebral que nos permite retener y recordar experiencias, ideas, olores, sensaciones y sabores. Este proceso cognitivo nos facilita ejecutar funciones básicas y complejas como hablar, aprender, caminar, comer, dormir y pensar. Pero ¿qué pasaría si perdiéramos esta capacidad? Basándose en la pregunta anterior, el músico Leyland Kirby se sirvió de la enfermedad Alzheimer para explicar el deterioro neurodegenerativo al que se ven inmersas las personas que sufren este padecimiento a través de la música.

Leyland es un músico inglés que creó, bajo el seudónimo de The Caretaker, una serie conceptual llamada Everywhere at the end of time, un proyecto donde introduce a sus escuchas a un viaje sonoro en el que experimentan las seis principales etapas que retratan la disolución total de la memoria.  En este trabajo se recuperan grabaciones de big bands de los años treinta que reproduce y samplea para generar efectos de sonido defectuosos que nos orientan a descifrar algunos eslabones perdidos de la mente.

En la primera etapa se representa al estado donde las personas perciben los primeros signos de la pérdida de la memoria; se muestran sutiles interrupciones sonoras que advierten al escucha que algo no está bien. En la segunda fase el diagnóstico de la enfermedad neurodegenerativa llega, se logra hacer conciencia de la enfermedad pero se maneja con cierta negación y resistencia cuando se tiene que vivir con ella. En la tercera etapa se rompe con la lógica continua de la experiencia, el enfermo comienza con los falsos recuerdos, las evocaciones repentinas, las disociaciones verbales y del comportamiento, por lo tanto, auditivamente en la obra se notan más las pausas, las intermitencias, el desorden y el desequilibrio.

En la cuarta fase se retrata la ruptura con la realidad: es un estado de confusión a través de enredos y repeticiones. En la quinto ciclo inicia el horror, ese momento en el que el olvido se agudiza y lo desconocido puede sentirse en ocasiones familiar, pero la persistencia e intento por recordar fallan. En la sexta y última etapa se vive en un estado que se asemeja a la muerte neuronal, el estado donde incluso los órganos del cuerpo olvidan su función: respirar, masticar, digerir, sentir.

Gran parte de la inspiración del artista para esta obra se debe a la relación que tuvo con Mark Fisher, un teórico británico que trabajó el concepto de la “hauntología” de Derrida para explicar ese impasse cultural que nos imposibilita desarrollar nuevas propuestas creativas debido a que regresamos a nuestro pasado como si fuese un elemento imposible de trascender y que nos impide generar nuevos escenarios futuros.

Bajo esa idea, EATEOT es un ejercicio sonoro que al incluir el tema de la pérdida de la memoria refleja ese esfuerzo por explorar el pasado con la finalidad de recuperar los recuerdos perdidos que insisten en ser olvidadas. Es un ejercicio intencionalmente en retrospectiva, que rescata los ecos más primitivos e impide ese salto hacia el futuro con la finalidad de que los pacientes con Alzheimer recuerden pasajes de su pasado y sean conectados con momentos específicos de su vida a través de la música.

 


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