El sonido post-punk está viviendo un gran momento en el inicio de esta nueva década, con diferentes manifestaciones y matices en cada uno de sus nuevos exponentes, naturalmente. Sculpture Club es un excelso caso de registro parco y sofisticado, además de contar con una instrumentación bien sólida.

Actualmente la banda estadounidense está promocionando su más reciente producción discográfica, Worth, que suena perfecta para acompañar la noche en la ciudad, en clubes ojivales donde suceden rituales de ocio. Suenan a noventas, huelen a 80s y se sienten súper frescos. Los fans de bandas como Echo and the Bunnymen y The Cure tendrán un apartado en sus muebles de discos para esta obra. Algo interesante está ocurriendo aquí, con melodías súper dulces (que podrían ir bien con el pop) que se endurecen y encrudecen con este sofisticado sonido goth:


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