10.- «Track Sei» de Belako
En todo año debemos encontrar en la música nuestro propio himno optimista, de ese tipo que te motiva a levantar la mirada, cerrar el puño con dirección al cielo y recibir el viento de un nuevo día con una sonrisa. Para mí, en este 2016 lo representó tempranamente «Track Sei» de la banda española Belako que con melodías llenas de ilusiones y un sonido bien alternativo (con tintes post-punk) logró capturar esa euforia que reconforta.
9.- «Skipping» de Eagulls
Y al caer la noche que comience a sonar a todo volumen «Skipping», tema que a más de uno podría confundir en dos puntos durante su primera mitad ya que su intro parece evocar a «How Soon is Now» de The Smiths y al primer canto de George Mitchell recordamos los primeros años de Robert Smith en The Cure. Sin embargo, no toma mucho tiempo para que la marca de Eagulls quede registrada en la pista, con claras influencias ochenteras, desde luego.
8.- «Silence» de Merchandise
Me gusta el atrevimiento de Merchandise al decidir por fin cruzar esa delgada línea entre el post-punk y el darkwave, y posarse en este último al menos en gran parte de su nuevo disco. Y lo aplaudo porque creo que este sonido le viene muy bien a una de las mejores voces masculinas de la actualidad, la de Carson Cox. Además, melódica y atmosféricamente la canción me recuerda al filme de culto The Lost Boys (mi preferido cuando de vampiros se habla), específicamente su tema principal «Cry Little Sister» de Tom Mac. No sé, es como si creyera que él estaría orgulloso de lo hecho en esta pieza, o que si hubiera otra secuela (sí, otra) bien podrían tomarla como parte de su soundtrack oficial.
7.- «Head of Stone» de Newmoon
Shoegaze con actitud y una buena dosis de melancolía. Así es como me gusta y por eso Newmoon me atrapó de inmediato con este temazo que conjuga elementos emocionales (y técnicos) importantísimos para trascender. Si piensan que su intro y su bataca son lo máximo, esperen al final con el cambio de ritmo y dejen que esos trémolos los eleven a otro nivel.
6.- «They Live, We Sleep» de The Illusion of Free Will
Siempre es bueno volver a escuchar música nueva de Robin Guth…… No, esperen, su nombre es Rircardo Vela, vive en Monterrey, Nuevo León (México) y su proyecto se llama The Illusion of Free Will. A veces me confundo porque estoy casi seguro que si a este cuate le hubiera tocado estar a principios de los ochentas o inicios de los noventas tocando en un club frente a Ivo Watts-Russell, se hubiera convertido en una de las firmas más orgullosas del sello 4AD. Escuchen nada más esos místicos arpegios que dibujan espirales etéreas dentro de cuevas glaciares, por favor…
5.- «Sulphur» – Stella Diana
No sé ustedes qué opinen, pero a mí «Sulphur» me parece una hija perdida de «Today» (Ride) y «Adrift» (Air Formation), adoptada por Stella Diana. Pero hay que darle su mérito a la banda italiana ya que no solo es encontrarse a la criatura sino también cuidarla, desarrollarla y darle todos los elementos y herramientas necesarias para que, cuando esté lista, salga al mundo a tocar algunos corazones. Por eso esta melosa perlita shoegazer tiene todo el potencial para ser considerada un clásico en su género.
4.- «I Need You» de Nick Cave & The Bad Seeds
Me encanta porque sí es romántica pero no tanto como parece; es más bien un poco angustiante también. Quizás tenga que ver la terrible experiencia por la que como padre acaba de vivir, pero en Skeleton Tree (y este track en especial) Nick Cave suena trágica y dolorosamente diferente, como nunca antes. Es como si su voz representara una vela como única luz en un cuarto oscuro combatiendo con el viento para no apagarse; y sus sentimientos son casi palpables: desconsuelo, zozobra, convalecencia y espíritu de lucha. Excelso, Nick… Excelso.
3.- «Jade» de The Mission
Si Another Fall from Grace significó el regreso de The Mission a sus raíces sonoras (después de muchos años), entonces «Jade» representa la excavación más profunda y el momento más glorioso de esta experiencia. Con aires y ecos de «Severina» y «Love Me to Death», este track vuelve a mostrarnos a la legendaria banda en todo su esplendor, con nuevos hechizos vampirescos para enamorarse de una chica gótica y sus encantos de noche. Temazo peligrosamente adictivo.
2.- «Salt Water» de Miserable
Describir «Salt Water» es todo un reto y quizás sea más fácil abordarla emocionalmente, más que técnicamente. El primer disco de Miserable fue más como una terapia para Kristina Esfiandari (que por poco no logra culminar), nada fácil, llena de dilemas existenciales que se reflejan en esta canción. Su sonido es inimitable, húmedo, casi surrealista (con todo deformándose lentamente alrededor) y por momentos difícil de encasillar en una sola etiqueta musical. Pero su estribillo para mí es lo más raro pues fue difícil seguirle el paso a primera escucha ya que se sale de los parámetros convencionales en lo que a melodía se refiere. El producto final es agridulce y confuso… quizás justo como ella se sentía al componerla.
1. Voices – Immanu El
Si bien el nuevo disco de la banda rusa no fue tanto lo que esperaba, con «Voices» me siento retribuido y de sobra. Esta sedosa pieza está llena de magia y luz, y más que un canto es un llamado a las estrellas. Los sublimes arpegios eléctricos se fusionan con la voz como lágrimas en la lluvia. Y por si fuera poco, cuando salió su desgarrador videoclip la canción tomó una nueva perspectiva; era también un lamento a las ausencias que duelen y un inocente consejo sobre cómo lidiar con ellas en un universo espiritual en planos terrenales. Es una hermosa y emotiva obra musical que funciona como el beso más fino. Gracias por la joya, Immanu El.
You start a fire, you breath your life within…
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