10. «Never Wanna See That Look Again» de Christopher Owens

Desde Girls, Owens nunca buscó la nueva fórmula musical que revolucionara el mundo, en cambio se enfocó en crear piezas musicales que transmitieran a la perfección su estado, ya sea pesadez emocional o diversión absurda. En “Never Wanna See That Look Again” muestra el seguimiento de esa línea musical con que inició y que tan bien domina. La canción muestra todas las habilidades de Owens como compositor y su talento para hacer algo más grande que canciones sencillas pero honestas.

 

9. «Art Smock» de The Pains of Being Pure at Heart

Lindo y bonito. Normalmente son palabras que odio para describir algo, y más en música, pero creo realmente que son las correctas para precisar el track inicial de Days of Abandon. La instrumentación, la entonación de Kip Berman y la letra forman en conjunto una canción que levanta drásticamente tu estado de ánimo de la manera más adorable.

 

8. «I Remember the Berlin Boys» de Current 93

Con un aire cabaretesco y cuasiburlesque, David Tibet (mejor conocido como Current 93) cuenta una historia que nos transporta a un ambiente confuso y perverso; mezclando lo sagrado y lo profano donde lo bello se encuentra con su propia oscuridad. Expresa la cualidad de un hombre que piensa en la eternidad. La letra refleja esta obsesión con la prolongación del tiempo, la concepción y la noche: “Went down on me like fog, I opened my legs as wide as the grave and said take me and seed me”.

 

7. «Sanctified» de Rick Ross

Básicamente puede llevarte a la literalidad de querer “100 millones de dólares y una perra”, al fin y a cabo por algo se repite incesantemente en la canción, pero para contextualizar y comprender su verdadera dimensión habría que atender la letra, principalmente a la sección de Kanye West. En ésta expresa su enojo con la gente que cuestionó su nueva dirección musical así como su visión de la evolución de la naturaleza humana, reflexión de la que no puede dar marcha atrás.

 

6. «Freedoom II» de Foxygen

Esta canción perfectamente pudo haber estado en «Exile on Main St» (en sí todo el disco). La vibra low-fi, country- rock, y sobre todo la voz de Sam France, que suena practicamente a Mick Jagger en lo desenfrenado y altanero que siempre transmite el líder de los Rolling Stones al cantar. Aun así con lo similar que puede sonar, el track se siente original, no como una vil copia. Impresionante canción.

 

5- «Pocket Knife» de Liam Betson

 

Liam Betson logró con The Cover of Hunter amalgamar su pasado musical, resultando ello en un disco balanceado y emocionante. Pero en Pocket Knife a través de guitarras llenas de fuzz, Betson logra crear una pieza musical en la que busca refugio en la esperanza, ansiando creer en algo repitiendo sin cesar: “It is possible” para convencerse de que realmente lo es.

 

«Star Power III: What Are We Good For?» de Foxygen

Todo el «Star Power Suite » es un viaje alucinante; las cuatro canciones que lo componen son espectaculares, pero «What Are We Good For» está en otra liga. Cada que se escucha, es una descarga de positivismo que llena de esperanza. En ella se repite «What are we good for if we can’t make it, make it?» de manera constante, sabiendo de antemano que no somos de ayuda en este mundo si no hacemos un cambio. Algo muy importante en nuestro país en estos días.

 

3. «The Lord’s Favorite» de Iceage

The Lord’s Favorite es uno de los capítulos más destacados del tercer disco de Iceage; alejándose de cualquier fórmula antes usada. Raptando momentos de Folsom Prison Blues de Johnny Cash e invocando a Nick Cave a través de plegarias cristianas, con vino y estética barata dan pie a una melodía que atrae sin perder intensidad ni fiereza.

 

2. «Glassy Eyed, Dormant and Veiled» de Iceage

Las letras son viscerales, descrbien con crudeza la relación tormentosa entre padre e hijo. Guitarras como latidos acelerados, el clamor gutural de Elías que encuentra la locura para escupir su lado más crudo, exigiendo respuestas.

 

1. «Hoy Many» de Iceage

“Trapped in a body that doesn’t act on thought I have a sense of utopia of what I truly ought to do. Born onto the tide Is it really any wonder that I’m here like this. An alliance in body and mind, such a perfect lover I could become”. Los gritos contagian esa desesperación claustrofóbica en la que Rønnenfelt se encuentra, como si a través de ellos pudiera desprenderse del tormento e iniciar al fin el camino y alcanzar el esplendor a través de algo marchito, pero real. Una de las mejores canciones no sólo de este año, sino de todos los tiempos.

 


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