Fuzz Club, 2017

Calificación

Antes de su debut con su proyecto solista Saccades, Nicholas Wood era conocido en la música solo por su loable trabajo en el dúo The KVB, con el que estuvo girando durante casi todo el año pasado y buena parte de éste. Pero en breves recesos dentro de ese tour se tomaba tiempo para esconderse en el estudio y trabajar en secreto en otro tipo de melodías. Y ahora el resultado lo tenemos todos a la vista (o a la escucha, mejor dicho): nada que parezca emparentarse con su perspectiva darkwave/post punk de su principal banda.

 

Este homónimo es, más bien, una exploración en renglones más psicodélicos en el pop, quizás no tan exóticos y poco ortodoxos como los de Ariel Pink o Animal Collective, pero sí cerca de la óptica de un Mac DeMarco, digamos. La esencia total de esta producción solo se puede comprender cuando se escucha completamente, ya que su primer single de difusión (y el que abre el disco), «Distant Sea» (video) proponía a primera escucha otra cualidad de dreampop (y guitarras jangle). Conforme avanzan los demás tracks, los notables keyboards siempre presentes en el fondo y la cuasi oscura voz de Nicholas le dan a su música un tono particular e interesante.

 

Canciones que se destacan más que otras podrían ser «Bleeding Colours» con una rica gama de cuerdas y beats disonantes con los demás (más apresurados), «Crying Land» que parece deudora de Horsebeach, o bien «Gone Too Soon» con un aire britpop que tiene el potencial de disminuir el estrés en cualquiera que escuche. También «Running Whild» tiene los suyo, con un uso más estridente de los pedales de guitarra y una batería más protagonista en su andar, y «Early Rise Again» te recuerda el olor de la lluvia caer en el concreto; es más fría y húmeda que las demás.

 

Podríamos decir entonces que Saccades es la muestra clara de que Nicholas Wood tenía un repertorio musical ahí escondido, y que es capaz de llevarlo a niveles insospechados aun cuando esté debutando en ello. Él es mucho más que un sensei de las cajas y keyboards en el darkwave. Es versátil. Y cuenta con la capacidad necesaria para sobresalir en cualquier rubro de los que hasta ahora le conocemos. Podría ser que en el futuro podamos ver una especie de secuencia en sus procesos de composición que se repetiría: por varios años de inmersión en la oscuridad se estaría generando dentro de él la necesidad de buscar la luz y darle vida a composiciones más optimistas pero igual de melancólicas (y hasta un poco más románticas), como lo hace ahora.

 

 

Tracklist:

  1. Distant Sea
  2. Bleeding Colours
  3. Elusive Dream
  4. Crying Land
  5. Gone Too Soon
  6. In And Out
  7. Know My Name
  8. Running Whild
  9. Red
  10. Cigales
  11. Early Rise Again
  12. High Drift

 

 

 

Me suena a: Mac DeMarco, Horsebeach, Real Estate


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