Unwed Sailor es una de las bandas ya consagradas del post-rock con mejor orientación hacia la dulzura, la profundidad y lo etéreo-instrumental. No hay pierde con ella: es fácil identificar cuándo quiere irse por cierto camino estilístico o por otro; sin embargo, encasillar a este proyecto de finales de los 90s en este género, incluyendo el ambient, la electrónica o el emo, podría restarle cierta presencia a cómo desenvuelve las cualidades melifluas y entrañables de su música. Desde sus primeros años han buscado la reinvención de su propio sonido; Firecracker, el primer álbum estrenado en 1998 debe ser uno de los grandes referentes en esa vertiente del post-rock conocida no solamente por los veteranos más aguerridos, y eso habla muy bien de cómo Unwed Sailor ha construido un sonido único e identificable que ha perdurado a lo largo de las décadas.
Ahora, después de casi once materiales de estudio que oscilan entre EPs, LPs y una infinidad de sencillos, el proyecto liderado por Johnnaton Ford regresa con un nuevo álbum titulado Truth Or Consequences. Definiéndose a partir de un estilo más cercano a lo digital y a las variaciones que van de un post-rock dinámico a un ambient netamente desolador, este es un trabajo que idealiza la faceta del contexto y la imagen a partir de ecos, detonaciones y silencios premeditados. Reorganiza cada uno de sus elementos instrumentales, que van desde guitarras invasivas a sintetizadores empalagosos, y los unifica en una nueva propuesta originada en lo onírico y lo intangible como catalizadores post-rockeros.
Este es un LP que aún posee la sinceridad y carisma que ha caracterizado a esta banda a lo largo de los años, y por lo tanto mantiene una línea ecuánime con su discografía. Iniciando con varios paisajes de desolación sonora y añadiendo una melancolía natural que florece a partir de la inmersión del bajo, la agilidad de la guitarra y la pausa rítmica de la batería, Unwed Sailor construye un recorrido sumamente familiar para quienes estamos mucho más familiarizados con ese sonido post-noventero de ataques shoegaze y declives post-rock. Uno de los grandes factores de la obra es que se deja guiar por un sentimiento paisajista que resulta acogedor para todos; no importa si te gusta el post-rock de antaño o si nunca has escuchado este género, aquí se presenta una magia sonora que es fácilmente digerible gracias a su simpleza y originalidad. En ese sentido, la producción recupera los sonidos de un shoegaze sin descuidar una faceta mucho más contemporánea de los géneros que utiliza.
Este nuevo material tiene sus grandes momentos de distorsión que se contraponen a la inercia íntima de cada una de las rolas. Canciones como «Lilith» o «Voodo Roux» me parecen un gran ejemplo de cómo Ford mezcla una serie de emociones solemnes, bajoneantes o alegres para matizar el contenido de cada canción. Podríamos decir que incluso que ya se mete en otras perspectivas para expandir su universo post-rock; algunas líneas del bajo o los sintetizadores ya nos recuerdan a otro feeling mejor sitiado en el post-punk u otro género aledaño, y eso nos otorga una mejor perspectiva de cómo la banda continúa reinventando su sonido desde otras aristas y conceptos.
A pesar de esto, y siguiendo los parámetros ya establecidos del proyecto, el disco persigue un único punto de observación sonora que muchas veces raya en lo monótono; se detiene en diferentes circunstancias para mostrar una faceta experimental que roza con algunos elementos típicos del ambient más espeso. El material desarrolla diferentes puentes que sirven como punto de convergencia para cada una de las rolas, y muchas veces terminan creando horizontes lisérgicos y apoteósicos que le van de maravilla a las intenciones de su música, sin embargo, otras veces ocurren puntos de inflexión que hacen decaer la estructura del trabajo de contemplación inactiva. Definitivamente tienen que escuchar este álbum para comprender de qué estoy hablando; está realizado a partir del amor incondicional hacia sus géneros y sus paisajes y delimitando una estética propia.
Truth Or Consequences demuestra cómo Unwed Sailor aún tiene esas grandes cualidades que la definen como uno de los referentes más preciados de la vieja/nueva ola del post-rock internacional. No sería mi álbum preferido en estos géneros pero algo tiene que lo hace brillar desde su seducción inocente y su sonido cálido, apetecible y cimentado en las deshoras de un ambient/post-rock profundo y enternecedor. Ford ontinúa con las peripecias de su música y establece una secuencia de júbilo que convierte a este rubro musical en uno de los más queridos, disfrutables y entrañables de la escena contemporánea.
Tracklist:
- Blitz
- Palladora
- Lilith
- Ajo
- Voodoo Roux
- Truth or Consequences
- Fellsway
- Dark of the Morning
Me suena a:
[RESEÑA] G_d’s Pee AT STATE’S END! – Godspeed You! Black Emperor
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