10. «Antarctica» de The Luxembourg Signal

Blue Field, LP

El pop perfecto, sin pretensiones ni complicaciones, solo el buen gusto y una refinada instrumentación. Y claro, también un buen sentido de melodía. The Luxembourg Signal hace guiños a The Heart Throbs y Catatonia por doquier. Además, habrá que darles 10,000 puntos por ese cambio de timbre en la bataca al pasar su primer estribillo, justo cuando te invitan a levantarte e ir hacia adelante. Magistral ese momento.

 

9. «This Fall» de Dune Messiah

The Iron Oak, LP

Hay algo en esa guitarra acústica que me afecta positivamente, sobre todo en el quiebre en la segunda nota de su círculo. Ya ni hablar del tono de voz de Magnus Westergaard y el mood cabaretero/darkwave que enfría lo que pudiera parecer a primera escucha una simple melodía pop. Tiene un sonido súper clásico y elegante. Es uno de mis temas favoritos del muy buen disco debut de esta banda danesa que bien podría haber firmado con el sello Projekt. Pero no.

 

8. «Toy» de Coloresantos

Tercer Paisaje, LP

Agárrense bien y fuerte porque este viaje a las estrellas va a ser agitado. Pudiera apostar a que esta banda chilena fue este año la mejor manifestación de eso que la crítica últimamente ha llamado psych-gaze. «Toy» tiene mucho de (los primeros) The Horrors y un poco de (los primeros) Slowdive. Al escucharla, de hecho, puedes pensar en esas dos bandas mirando cometas y hablando sobre el cosmos y música rock.

 

 

7. «Another Century» de The Church

Man Woman Life Death infinity, LP

Aun en un disco un poco flojo para los estándares de The Church debe haber alguna perla solitaria, escondida por ahí. Y en este caso ni está tan escondida, ya que es el primer track de la producción. Y sin duda es el mejor. Sé que en términos generales la voz del maestro Steve Kilbey ya no ha sido la misma en los últimos años pero, caray, escúchenlo en ese desgarrador estribillo… como en sus mejores tiempos. Los australianos medio reformados (con nuevo guitarrista, pues) siguen en esa senda ensoñadora que decidieron tomar desde el inicio de este siglo, coqueteando con la psicodelia.

 

6. «Here Be Death» de Deafcult

Auras, LP

¿Qué dijeron: My Bloody Valentine? Pues no. Estos se llaman Deafcult. Y no es que su primer LP sea una oda a Loveless, pero vaya que estos australianos saben hacer shoegaze. Este año grabaron muy buenas canciones con lujos de llamar la atención en algunas de ellas, pero «Here Be Death» fue algo que se salió de control (y lo digo como un cumplido). Y aquí pueden escuchar de principio a fin (monumental cierre incluido) el porqué :

 

5. «Your Lips, My Mouth» de Airiel

Molten Young Lovrers, LP

Imaginen que visten unas gafas con filtro de color púrpura y salen a observar el mundo en esa tonalidad. Luego, visualicen la escena más romántica de una de esas melosas telenovelas baratas, situada en los 90s y en una playa solitaria, con una pareja besándose hasta morir. Recuerden: todo se mira de color púrpura. Y hay espirales etéreas rodeando las siluetas humanas.

Sí, lo sé, esta rola me pone súper cursi al más puro estilo dreampop.

 

4. «I Never Wanna Be Like You» de Liam Gallagher

As You Were, LP

Es una pena que esta bonita balada se haya quedado fuera del tracklist oficial de As You Were (quedó como bonus track). También es raro, siendo tan buena. Tiene un toque agridulce en su resonancia, ya no digamos en su letra (los que quieren ver sangre dirán que va con dedicatoria especial para Noel, claro). A estas alturas, me queda claro que Liam sabe escribir buenas canciones, tan sencillas o complejas como él quiera aunque no deje de sonar a Oasis pero ¿es eso algo malo? Y si lo fuera ¿a quién le importa? Que lleguen más entregas como esta y todo estará bien.

 

3. «Slomo» de Slowdive

Slowdive, LP

Jamás voy a olvidar el momento en que la escuché por primera vez. Fue todo un ritual, ya saben, precedido de un montón de emociones encontradas como consecuencia de una larguísima espera por nuevo material de esta, una de mis bandas predilectas de todos los tiempos. El intro fue celestial pero luego vino una pequeña bajada (y es que a pesar de todo no soy muy fan de la voz de Neil Halstead, digamos) hasta que llegó el cierre… ESE cierre: glorioso, angelical, como escuchar pedazos de Cocteau Twins y Mahogany cayendo del cielo. Pero era ella, Rachel Goswell cantando nuevamente con Slowdive.

A veces todavía me cuesta creerlo.

 

2. «May» de Life on Venus

Encounters, LP

No solo es romántica sino también un poco teatral. ¿A poco no parece como si estuviera sonando en un teatro enorme y totalmente vacío, con los ecos rebotando suavemente en las paredes? Claro, necesitarían subir todo el volumen y apagar las luces para verlo. Esta sencilla canción bañada en reverb trae consigo añoranza por los buenos tiempos y una melancolía reconfortante hasta cierto punto. Hermosa no solo en mayo sino en cualquier mes del año.

 

1. «The Body» de Doorbells

Distance, EP

Fría, sencilla, nostálgica y perturbadoramente optimista. Esto es post-punk austero por parte de músicos eximios que traen su propia onda en lo subterráneo de la escena. Con un par de magníficos EPs y temas como «The Body» esta bandita se va convirtiendo en una de mis nuevas consentidas y me emociona imaginar el potencial que puede alcanzar cuando hagan su primera gran firma y en el estudio se rodeen de expertos en la producción. Ojalá conserven esta pureza, este entusiasmo a partir de la aflicción.

Escuchen con cuidado y los ojos bien cerrados: es la inocencia tomada de la mano con la melancolía encontrando júbilo e ilusión; como Ian Curtis resucitando y enamorándose de la vida.