Luego de lanzar unos de los discos más sólidos de aquél maldito año pandémico, Protomartyr han regresado en este 2023 con una nueva placa discográfica que resulta igual de incendiaria e irreverente que su antecesora, pero mucho más contemplativa y arriesgada en sus estructuras melódicas. Se trata de Formal Growth in the Desert, elepé grabado en Texas, Estados Unidos y producido por Jake Aron.
La banda de Detroit siempre se ha caracterizado por ofrecer desplantes descomunales de energía en su arte sonoro, canalizando en sus obras las frustraciones, angustias y críticas al entorno para generar algo que pase por visceral y cargado de electricidad instrumental, y encima de todo con un estilo cuasi borracho y enfurecido en su canto. Y bien, ahora tenemos todo eso pero con una inclinación más teatral al momento de crear las estructuras melódicas que abracen estos atributos. Me parece, además, que la banda da pasos al frente en la progresión de un sonido que conforme avanza el set se vuelve más asombroso, como si encontrara límites nuevos.
Temprano en el set podemos percibir estas premisas, con canciones como «Make Way» pero sobre todo «Elimination Dances». La primera de ellas funciona como anfitriona perfecta para abrir las puertas a una nueva aventura que te recibe con elementos familiares que generan la suficiente confianza, sin embargo, ya juega también con interesantes subidas y bajadas en el nivel de intensidad y promete mucho dinamismo, así como muestras de algunos arranques cinemáticos. Luego, en la segunda, nos deslizamos sobre una senda quizá más limpia y dentro de un ambiente menos ruidoso, pero con la misma enjundia y rudeza emocional que transmiten Joy Casey y compañía.
Luego, «Let’s Tip the Creator» nos muestra una de sus canciones más evocadoras, cuidadosas y detalladas en el repertorio de los norteamericanos, con unos redobles divertidos en sus orgánicas percusiones y un estimulante juego de cuerdas eléctricas que se entrelazan de manera magistral. Algo similar sucede con «Graft Vs. Host», sucesora perfecta que baja un poco las revoluciones y nos sumerge en un clima un poco más pesado, tornándolo todo a colores de tonos más oscuros.
Por otro lado, las canciones más rockeras y punks del disco las encontramos en «3800 Tigers», «Polacrilex Kid» y «Fulfilment Center», en las que las guitarras se vuelven aun más crudas de lo que ya eran, la sangre que corre por las venas de cada músico parece hervir y la densidad se apodera del aire. «We Know the Rats» captura todo lo anterior pero lo matiza de una manera excelsa bajo una perspectiva cinemática e inteligente, haciendo de su art-rock una peculiar representación de lo que este estilo sonoro debería generar en quien lo escucha.
Al final, «Rain Garden» nos sumerge en una especie de caos ordenado, con un fuego controlado que se levanta poco a poco, iluminando el drama y la incertidumbre que caracterizan este momento memorable, además con una soberbia dinámica de batacas con las que Alex Leonard parece resumir todo lo que hizo durante el tracklist.
Con Formal Gowith in the Desert, los Protomartyr no solo subieron a un nivel nuevo en la forma en que conciben y generan su sonido, sino que también lo hicieron sin declinar en sus manifiestos políticos y sociales que siguen alejándose de lo convencional, apretando el gatillo de sus almas que escupen verdades que siembran algo que genera inquietud en las mentes de quienes realmente escuchamos. Con este lanzamiento, se confirma que esta es una de las bandas más crudas y divertidas de la escena hoy en día, capaz de hacer de las inconformidades y el desorden los alicientes necesarios para generar algo profundo y soberbio con su arte, algo capaz de crear disidencia en la conciencia al mismo tiempo que eleva nuestras exigencias como consumidores de música.
TRACKLIST:
Make Way
For Tomorrow
Elimination Dances
Fun In Hi Skool
Let’s Tip the Creator
Graft Vs. Host
3200 Tigers
Polacrilex Kid
Fulfilment Center
We Know the Rats
The Author
Rain Garden
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