Mistress – Red House Painters

Siempre identificado en las somníferas y depresivas líneas del slowcore, el primer y más oscuro proyecto de Mark Kozelek dejó verdaderas obras maestras en lo que a este rubro musical se refiere. Aun así, en el segundo disco de Red House Painters  (conocido comúnmente como Rollercoaster) se notó sutilmente en casi todo el tracklist una influencia shoegazer en sus atmósferas y sus guitarras reverberadas, pero de plano en «Mistress» creó su propia pared de ruido y utilizó todos los trucos del libro para que no quedara solo en una influencia sino en un registro fiel del género.

 

Sensitive – The Field Mice

Robert Wratten y compañía siempre estuvieron de una u otra forma cerca del movimiento shoegazer a finales de los ochentas y en la primera mitad de los 90s, con The Field Mice y editando con un sello muy afín al movimiento: Sarah Records. Por eso, a pesar de destacarse siempre en el indie pop de guitarras nostálgicas y piano frescos, no era de extrañar que en algún punto se cumplieran el capricho de entrarle de lleno al noise y conectar en los más altos decibeles sus pedales, como afortunadamente sucedió en «Sensitive».

 

Over Your Shoulder – Echo and the Bunnymen

En 1987 los británicos lanzaron su quinto álbum de larga duración, homónimo, de cuyas sesiones surgió su única rola shoegazing, «Over Your Shoulder» que fue descartada originalmente para el tracklist oficial. Muchos años después en una remasterización del elepé con material extra sí apareció, en una versión extendida del set. Y suena súper chingón.

 

Myrkur – Sigur Rós

En Von, primer disco de Sigur Rós -y uno de los más experimentales y oscuros de su carrera- fusionaron montón de géneros y estilos, y algo de shoegaze traían hirviendo en las venas estos jóvenes islandeses porque en «Myrkur» crearon la atmósfera necesaria para dejarlo salir todo. Es, hasta cierto punto, medio dreampop, ¿no creen?

 

Can You See It Now (I Can See It Now) – Oasis

A las ruidosas guitarras de Noel Gallagher poco le faltaron para ser catalogadas como shoegazers; y algo de la influencia de Andy Bell tendrá que ver en ello. En este lado B prescindieron (no del todo) de las voces y dejaron que el ruido melódico hablara por sí solo. Nada mal.

 

Slow Down – Blur

Otra leyenda del britpop entrándole al noise, solo que acá Damon Albarn y compañía se sintieron mucho más pesados que sus -en aquél entonces- acérrimos rivales. Esta rola pertenece a su disco Leisure del año 1991, justo cuando ocurría la explosión del shoegaze.

 

No Longer Waiting – Brittle Stars

En su primer LP, esta refinada banda de indie pop se animó con esta ensoñadora pieza que parecía dejarse llevar por la inercia del nu-gaze de inicios de siglo XXI; y poco a poco nos jalaba de la mano junto a esos seductores redobles, las dulces campanas eléctricas y esa encantadora voz femenina hasta una explosión climática que sucede al final, deformando todo alrededor por escasos segundos, y raspando románticamente nuestros tímpanos. Chulada de rola.

 

The Torso – His Name is Alive

En el álbum Mouth by Mouth (1993), His Name is Alive -que en su carrera ha hecho de todo: goth, darkwave, avant-garde, jazz, blues, rock, pop- probó no una sino dos veces haciendo shoegaze dentro de su extensísimo tracklist. «The Torso» es uno de estos experimentos y no les quedó nada mal.

 

 

El otro Shoegaze de los 90s: una Sudamérica sumergida en la distorsión


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