Kalinkaland Records, 2020


Tratar de describir el sonido de Chandeen a lo largo de tres décadas no siempre ha sido fácil. Primero dependerá en qué punto de la carrera de este proyecto alemán te enfoques, luego en qué esté escuchando o influenciándose Julia Beyer. Pero si tuviéramos que ponerle nombre a cada fase sonora, podríamos mencionar el darkwave, el folk, la world music, el dreampop e incluso el indie. Todo con carisma pop, desde luego.

En su nuevo disco de estudio, Mercury Retrograde (que cuenta con diversas colaboraciones) nos sorprende otra vez con nuevos matices. Y es que miren que iniciar con una oda al rock progresivo en el track «Summer’s Fling» era algo que muchos no esperaban, y menos con unos saxofones tan excelsos como los que lideran el viaje y que afortunadamente seguirán apareciendo a lo largo del tracklist. Si aquí se acuerdan de una banda llamada Pink Floyd, se vale confesar.

Sin embargo, inmediatamente después Bayer nos regresa a su conocido folk-pop, fino y sedoso como siempre, con la canción «Vanish» que nos baja a planos más terrenales después de que la rola anterior nos haya subido un poco al cielo. Posteriormente en las baladas que calman la respiración una a una, líricamente el álbum se mantiene unido a partir de la afición por la astronomía (de ahí el título del LP) y el (des)amor, y en eso tiene mucho que ver Harald Löwy que es el compositor de la mayoría de las canciones. Entonces entre el sax, las finas cuerdas acústicas y el amor cósmico denle por favor 10,000 puntos a «Let There Be Fire», que hasta atmosféricamente parece devenir de un mundo de fantasía.

Luego, temas como «All Ghosts» tornan las cosas más grises (por no decir oscuras) con guitarras eléctricas climáticas y un fuzz muy discreto por debajo de todo lo demás. Algo de rock progresivo vuelve a rondar por ahí, y los cantos de Julia parecen más como lamentos, y por ello este se vuelve uno de los puntos más sentimentales de la producción. «Cause It’s Slow» es otra de las grandes firmas del disco, enigmática y melancólica, con un halo reconfortante. Luego, a su estilo más dreampopero llega «You’re in a Trance» y lo gris se vuelve blanco brillante mientras que el la tristeza se vuelve ternura; el reverb le pone la cereza al etéreo pastel. Más adelante, con «Light» que es la canción que cierra el disco se vuelven a animar a lo mismo, pero con más técnicas sintéticas y menos pedales en sus guitarras, y con más emoción en la voz por estar doblada y emular a ángeles sobrevolando el firmamento. Para no desvariar, otra vez llega un nuevo solo de sax excelso y oportuno.

Lo mejor de Mercury Retrograde es que a pesar de los cambios nos muestra a unos Chandeen con su sello ecléctico característico. La madurez les da este equilibrio. Las melodías son esperanzadoras, digeribles, y su nitidez es finísima. Por momentos el ambiente nos lleva a celestiales horizontes, surrealistas en algunos puntos. El frío sienta bien a las emociones que genera su resonancia y la voz de July no puede ser más dulce y alentadora para invitarnos a viajar a otros mundos.

Tracklist:

  1. Summer’s Fling
  2. Vanish
  3. I Don’t Care If I’m Wasted
  4. Let There Be Fire
  5. All Ghosts
  6. Ocean Mind
  7. You’re in a Trance
  8. Cause It’s Slow
  9. Wild at Heart
  10. Light

Me suena a: Heidi Berry, Fiona Apple, Beach House