The Districts pararon la mano en este 2020 para sumarse a los actos destacados de neopsicodelia en la nueva escena alternativa. Lanzaron el álbum You Know I’m Not Going Anywhere después de haber realizado más de 200 shows durante los últimos dos años. Regresaron a los estudios y compusieron estos lisérgicos y melódicos 11 tracks.

Lírica y sentimentalmente, el álbum se basa en un reacomodo de perspectivas y prioridades para el grupo norteamericano, después de que por ahí alguno de sus miembros, Grote, experimentara algunas decepciones en su vida personal. Además de una transición considerable hacia una madurez tanto instrumental como en lo procesal en los tiempos y modos de componer su música, después del descanso de aquella extensa gira mundial.

 

Este álbum fue escrito como un escape y como un consuelo. Me estaba enamorando de una nueva persona e intentaba esquivar ese deseo desesperado de escapar con la necesidad de estar presente en mi vida. Es muy difícil estar presente y completamente desconectado al mismo tiempo… Se sentía como si gran parte de mi mundo hubiera llegado a un tono tal, que todo lo que podía hacer era tratar de ignorar las cosas. Me sentía muy inseguro sobre el futuro de la banda y súper desconectado de muchas cosas con las que solía identificarme, en una nivel personal y con nuestra música. Pensaba, ¿quiero seguir haciendo música? ¿Quiero seguirla haciendo en este contexto?

 

Sin duda The Districts experimentan más aquí, pero sin volarse la barda tampoco. De alguna manera su esencia se mira y siente diferente. La fusión de sus instrumentos rutinarios con los siempre bienvenidos samples, cajas de ritmos, loops, piano y coloridos sintetizadores le dan mayor riqueza a su gama sonora. Nada mal, chicos, nada mal.

 

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