Robert Smith es uno de los personajes más emblemáticos de la cultura alternativa. Con The Cure ha trascendido en los libros de la historia como uno de los nombres más importantes de la música, y su influencia a través de distintas generaciones no está en duda. Pero más allá del éxito artístico y comercial que lo han acompañado a lo largo de su carrera, hay un ámbito en el cual también ha contado con mucha fortuna: su vida sentimental.
Antes de pisar los escenarios, el pequeño Robert, nacido en Blackpool Lanchasire, tuvo una infancia marcada por constantes cambios de residencia dentro de Inglaterra, pero fuera de eso podría decirse que fue un niño ordinario que vivió todas sus etapas a plenitud, como lo fue su adolescencia en la que encontró a su primer y único amor: Mary Poole, a quien conoció en la escuela St. Wilfrid’s Comprehensive en la ciudad de Crawley a los 14 años de edad. Ellos coincidieron como compañeros en clase de teatro y Smith recuerda aquél día en que su profesor les pidió realizar una actividad en parejas, por lo que no dudó en pedirle a esta chica que trabajara con él, marcando el comienzo de una larga y fructífera relación que los llevó muchos años después al matrimonio.
Hablemos entonces de ese capítulo de la consagración de su amor en estos dos, el día de su boda un 13 de agosto de 1988. En esos días The Cure se encontraba en pleno proceso creativo de su obra maestra, Disintegration cuya canción «Lovesong», por cierto, sería compuesta para Mary como un regalo de bodas. Pero en ese día especial hay que destacar otras fuentes de inspiración «externas» de las que el buen Robert se valió para dar ese gran paso, el más importante de su vida personal y el que lo llevaría a formar su propia familia. Es en esta parte de la historia aparece Cocteau Twins con su espléndido álbum Treasure, lanzado por la 4D cuatro años atrás (1984).
Robert recuerda de esa época que no dejaba de escuchar a esta mítica banda escocesa, particularmente ese disco que entre los fans alcanzó inmediatamente un grado de culto. Ha declarado que se sintió muy intrigado por las guitarras y la tarea de producción de Robin Guthrie, así como por la voz de Elizabeth Fraser; pensaba que su sonido era algo especialmente romántico y producto de algo «natural», sin esfuerzo, una condición que lo llevó a convertirse en el soundtrack de sus últimos instantes de preparación antes de salir al altar a unir lazos con el amor de su vida.
Ese testimonio es parte de una entrevista realizada para el documental independiente Beautiful Noise (dirigido por Eric Green) que aborda el surgimiento del movimiento denominado shoegaze, proponiendo como detonadores a The Jesus and Mary Chain, My Bloody Valentine y, desde luego, a Cocteau Twins:
(Treasure) Es el álbum que toqué para mí mientras me estaba preparando para mi boda… mientras me vestía para mi boda. Era el sonido más romántico que jamás había escuchado.
Digamos que implícitamente siempre ha existido un vínculo entre The Cure y Cocteau Twins, ya que Robert y compañía reconocen el legado de Liz, Robin y Simon Raymonde, con quienes seguramente comparten muchos (por no decir la mayoría) de sus fans. Por eso, para nadie debió haber sido sorpresa -aunque sí muy emocionante- escuchar semejantes declaraciones de Robert con las que hace referencia a la música de «los gemelos», recordando el impacto que para él tuvo el día que contrajo nupcias con su adorada Mary Poole, brindándole ese último suspiro de inspiración para marcar la senda de su vida sentimental por el resto de sus días en una historia de amor que aún se sigue escribiendo.
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