Nicholas Coleman podrá ser identificado en las labels del shoegaze con Softie, pero ciertamente su sonido es algo más, o algo menos. ¿Recuerdan a salvia palth? Más o menos esa resonancia sucia y sofocada la encontramos en su primer disco de estudio, Strong Hold.

La creciente irrealidad de la vida urbana en estado de decadencia, es su concepto. Estas cinco canciones son su resistencia a la industrialización que deforma nuestro entorno, y por más que la suciedad, el polvo y los sonidos agonizantes se apoderen de su registro detrás hay cierta armonía en su cadencia. Hay algo de alivio en su voz cansada. Se siente como estar saliendo de un fango mediante mediano esfuerzo, disfrutando cada momento de ascenso hasta alcanzar el aire puro para respirar.

 

 

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