Elizabeth Fraser tiene el registro de una de las voces más prodigiosas y celestiales en la historia de la música. Su obra con Cocteau Twins es tan especial que, no importa qué track pongas a correr, sabrás inmediatamente que se trata de ella, Robin Guthrie y Simon Raymonde (y antes Will Heggie).

La fuerza y al mismo tiempo la fragilidad angelical con la que emite sus entonaciones son dos premisas que hacen de su estilo uno tan único y especial, pero eso no quiere decir que en su formación artística haya tenido algunas influencias vocales que la encaminaron a consagrarse en su propio estilo, algo sobre lo que habló alguna vez con Melody Maker, allá por el año 1993.

Si bien es cierto que no era -ni es- muy común que Liz conceda entrevistas por doquier, en esta sí se explayó un poco más y mencionó nada menos que a Nina Simone como una de sus cantantes favoritas de todos los tiempos. No solo se declaró una gran fan, sino que agregó que la adora. Expresó que su «naturaleza vulnerable» al momento de cantar siempre le ha parecido cautivadora y ha sido todo un referente para la forma en que ella misma realiza sus interpretaciones:

 

  • Ella es tan vulnerable y realmente me puedo identificar con eso. Muchas de sus canciones hablan sobre ser falible, ella es una persona muy disfuncional. Las personas disfuncionales nos sentimos atraídas entre sí, y supongo que por eso ella me atrae tanto. Ambas tuvimos una vida muy dfícil. Ella es familiar para mí. 

 

Aunque no habla mucho de ello, es bien sabido que en una temprana edad Fraser fue víctima de abuso por parte de personas muy cercanas a ella, marcando pasajes muy dfíciles de su vida que más adelante, como terapia, pudo externar en algunas de las pocas letras completamente legibles de Cocteau Twins. Así que podemos entender muy bien a lo que se refiere cuando habla de esa afinidad y la similitud emocional con Simone en sus respectivas interpretaciones.

Por todo eso, tampoco es de extrañarse que cuando le preguntaron por su canción favorita de todos los tiempos, Liz eligió un cover de Nina: «Wild is the Wind», original de 1957 por Johnny Mathis. Esta versión salió en 1966 y para ella es hermosa y poderosa, sobre todo en su grabación en vivo, que dice la deja sin palabras para describir lo que siente al escucharla, algo que regularmente hace cuando está en sus momentos bajos.