Sonic Cathedral

2023


Lorelle Meets The Obsolete regresa con un sonido pulsativo, directo y agresivo; una sonorización que deja de lado las capas infinitas que acostumbrábamos a escuchar en sus álbumes anteriores: más industrial que hipnótico, más sintético que etéreo, noisey más que dreamy.

Los jaliscienses transforman las ondas melódicas en una arriesgada línea que concibe nuevos horizontes a través de sombras por las que trascienden paisajes electrónicos, dando como resultado Datura, un LP excelso de matices azulados y agrisados.

El dúo conformado por Lorena Quintanilla y Alberto González propaga un sonido para el que se requiere de un profesionalismo consagrado, no por nada esta producción se concibe como un trabajo transgresor, que cruza las fronteras de la psicodelia desafiándolo en un post- punk directo y sin prejuicios; nada pretencioso, al contrario, muy genuino desde aquel debut de On Welfare del 2011.

No obstante, su carrera se ha destacado con álbumes que, si bien manejan una identidad uniforme, han sabido evolucionar de manera madura aquel sonido hipnótico, expandiéndolo a nuevos territorios experimentales marcados por guitarras eléctricas y sintetizadores que crean una atmosfera oscura. Para esta ocasión, la mezcla por parte de Jace Lasek y la remasterización por Mikey Ypong fueron fueron fundamentales.

Los versos suelen ser existencialistas, lóbregos, inclusive políticos; bajeos punzantes y percusiones directas que, al paso, dan un ritmo entre secuencias que se pulverizan en finos destellos y una magia lisérgica bastante sofisticada, adictiva.

El disco abre con el track homónimo y desde la primera escucha se deja vaciar una solidez en el sonido. El viaje se conceptualiza en los efectos del estramonio, mientras todo se vuelve pesado y agobiante; una perfecta apertura para un álbum que dista ser común. En «Invisible», track número dos, la continuidad de un bajo lacerante abre paso hacia un encanto ensoñador con voces y sintetizadores que le van dando un brillo acicalado.

Los efectos de eco en la voz de Lore logran mimetizarse para ser un instrumento dentro de las composiciones que van creando un ambiente fluido, esto podemos escucharlo en «Dínamo» (sencillo que sirvió como adelanto del disco), en el que se le suministran irreverentes cambios con sonidos que se diluyen en una marea alucinante.

Si bien la datura es un tipo de especie herbácea que solía estar presente en rituales, con el pasar del tiempo esto se ha dejado de lado, por lo que ahora suele tener un mito por sus efectos y usos. Para los Lorelle, este tipo de especies describen el florecimiento en la oscuridad, la flor que abre de noche, pues es una de sus características poéticas.

Continuando con el tracklist, en «Arco» se desprende una viscosidad melódica, las voces susurran en una base que se va disgregando en un loop continuo de sintetizadores que hacen que se vuelva un track hipnotizante. Las aceleraciones al más puro estilo de Suicide se destacan en «Golpe Blanco», una especie de punk eléctrico que se matiza para darle una catarsis brutal al álbum: es quizás el track más violento y que nos hace despertar del trip sonoro. Por otro lado, la delgadez de los acordes en la guitarra de Alberto Gozalez para «Ave En Reversa» crea un dinamismo peculiar, dándole continuidad a «Óvalo», para cerrar con «Dos Noches».

Una amalgama de sonidos electrizantes, que, si bien son arriesgados, dejan ver la osadía que los Lorelle crean al expandir el sonido en una obra desmenuzada en ocho canciones de cortes modulares, y mezcladas con movimientos agresivos, generando tonalidades de una oscuridad abrupta que despierta una magia hipnótica a la luz de la noche.

TRACKLIST:
  1. Datura
  2. Invisible
  3. Dinamo
  4. Arco
  5. Golpe Blanco
  6. Ave En Reversa
  7. Óvalo
  8. Dos Noches

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