Los fans acérrimos de Nirvana seguro estarán familiarizados con el filme Last Days (dirigido por Gus Van Sant), aquella historia de un cantante llamado «Drake» que, hasta en apariencia, podemos asegurar se trata de Kurt Cobain. El guion se basa en los últimos días del rockstar con lo que supuestamente hacía y pensaba, pero por «añadirle crema a los tacos», es decir, agregar un poco de ficción y versiones no confirmadas, inmediatamente fue descartada por el equipo de representación de Cobain y desde entonces está catalogada en el medio como una biopic no autorizada.

Bueno, pues la misma película ha sido recientemente adaptada a una ópera por London Royal Opera House y dirigida por Oliver Leith, ante lo que los dueños de los derechos de Kurt han vuelto a la carga legal, argumentando que se sigue lucrando con el mismo producto que hace 17 años fue cuestionado por crearse sin ningún tipo de permiso.

Este espectáculo, al igual que la película, es un intento no autorizado de beneficiarse de la breve reunión organizada con Kurt y Gus Van Sant. Esta única reunión ha sido explotada con fines de lucro durante treinta años y ya es suficiente.

Pero los representantes de la ópera no se quedaron callados, y respondieron mediante un comunicado que esta obra, escrita por Matt Copson, está basada en la «película de culto» que fue estrenada en 2005 y siempre se ha reconocido como una historia ficticia, incluso por sus mismos autores, por lo que no necesitan de ningún otro permiso que el de el director Van Sant.

¿Ustedes qué opinan?

 

El cortometraje de horror y alusiones suicidas que Kurt Cobain hizo a los 17 años