Fuzz Club

2022


Atemporalidades atrapadas en épocas que suelen ser descritas como poco convencionales para una generación apática que suele expresar sus malestares en redes sociales, mientras el vocablo de moda rompe los esquemas tradicionales para darle un sentido de jerga entre los jóvenes de la década. No obstante, proyectos alternativos prevalecen entre las nuevas escenas musicales para darnos dosis catárticas de guitarras, y un rock and roll contrastado en experiencias psicodélicas y un atiborrado desenfreno garagero.

La banda finlandesa, Black Lizard está de regreso después de cuatro años de aquel álbum, Celebration Of A New Dawn (2018), una obra con matices de la alucinógena época sesentera y colaboraciones con Sonic Boom y Anton Newcombe, quienes ayudaron en cierta medida a difundir su obra. Sin embargo la raíz de los escandinavos siempre ha sido el de un proto-punk enlazado de gestos melódicos con lo que han conectado a su público, y a que sus nuevos allegados busquen entre un centenar de discos, propuestas de un sonido más under. De aquí partimos para hablar de la cuarta entrega de la banda, Heads. En este nuevo LP encontramos el regreso de sonorizaciones fulminantes cargadas de eléctricas experiencias psicodélicas, y un desempolvado stoner crudo de guitarras difusas y directas como de aquellos garages gringos.

Si recordemos los primeros dos discos de la banda (Black Lizard, 2013 y Solarize, 2015), nos encontraremos con trabajos clavadamente salvajes que nos recuerdan a un sonido pych rock al estilo de The Brian Jonestown Massacre, y su paulatino crecimiento en cuanto a composiciones musicales. Para esta cuarta entrega su trabajo es aun más vivaz, altruista y quizás experimental en temas de producción; Aki Pohjankyrö fue el encargado de hacer la grabación y la mezcla; el elepé se grabó en los estudios Altai, Helsinki, durante los años 2019 y 2021, y en ese lapso el grupo se encontraba en varias giras por Europa, llevando shows con DIIV, The Horrors y Allah- Las, entre otros. En una entrevista mencionaron que su trabajo para esta ocasión ha sido paulatino, tomándose su tiempo para crear un álbum explosivo, siendo el tema principal un empuje hacia la libertad de la vida y quizás por ello que esta obra se considera un hedonismo atemporal del rock and roll, bajo guitarrazos desenfrenados y voces contagiosas que ponen nuevas proyecciones comerciales enérgicas.

La producción abre con «Leather Dreams», un track de guitarras melódicas ascendentes que van cargando energía para continuar con «Killfire»; ambos nos recuerdan a una extraña combinación adictiva de Black Rebel Motorcycle Club y Black Lips, de ahí que nos pueda resultar familiar algunos sonidos que, entre-mezclados, producen una palpitación a la primera escucha. «Trouble Ahead» desciende un poco para generar una sensación más sosegada al estado psicodélico, ya que es un tema con gestos stoner y con una paleta de sonidos ocres que levitan en los atardeceres de verano.

Continuamos con «Trash» y un estilo del rockstar que remite a aquellas bandas glam de los 80s, algo así como unos New York Dolls pero en una versión más hard. «Dirty Rug» desprende destellos con la incorporación de estructuras synth que hacen que este disco busque conexiones atemporales para levitar entre la lucidez y un paseo entre carreteras desoladas a temperaturas desérticas. «Aether» es la canción mas lumínica del set: una pieza que se compone de estructuras acústicas homogéneas para brindar calidez y pasividad al álbum.

«Soul Riot» y «66Sick» desprenden una energía fulminante. Anteriormente los dos salieron como singles que nos premeditaban a escuchar unos Black Lizard más acelerados, en una oscilación de aquel proto-punk de sus inicios con gestos sucios y directos al desenfreno. «No More Rain» hace la pausa perfecta para entrar un júbilo de proximidad final, no obstante, nos encontramos con dos increíbles tracks finales que hacen que este disco se disocie de aquellos trabajos anteriores, «Adore Me» y «Let the Light Keep Shining On», pero aun así mantienen la fuerza para llevarla a un éxtasis sin frenesí, en el que la combinación del country, el stoner y su psych rock le den un vuelo hacia increíbles himnos que con la guitarra de una ejecución diáfana y virtuosa, nos llene en una acidez delirante de cotidianidades rockstars para vislumbrar los horizontes psicodélicos de Heads.

 

TRACKLIST:
  • Leather Dreams
  • Killfire
  • Trouble Ahead
  • Trash
  • Dirty Rug
  • Aether
  • Soul Riot
  • 66Sick
  • No More Rain
  • Adore Me
  • Let the Light Keep Shining On

 

Me suena a:

Black Rebel Motorcycle Club

Wooden Shjips

The Brian Jonestown Massacre