Llevar como nombre Hater y además llamar a tu disco Sincere podría parecer un juego analógico de palabras, y en algunos contextos hasta sinónimos. La banda sueca estaría haciéndole honor a este título al desnudar su sonido a tal punto de lograr un registro puro, orgánico dentro de sus propios estándares y, además, honesto. Y el romance indie comienza de nuevo.
El cuarteto se eleva sobre su instrumentación sólida; la tierna voz de Caroline Landahl brilla con luz propia en estas melodías agridulces y extrañamente digeribles. Las guitarras se serpentean entre ellas mismas, unas rasgan y otras acompañan con caricias la base en la que estamos posados. Los ritmos de bataca dinámicos y en distintos niveles nos transportan a una playa de verano pero no precisamente con el sol radiando en nuestra silueta, sino en un atardecer púrpura, rojizo, no muy lejano a la oscuridad de la noche en la que aún quedarán las estrellas para no dejarnos a ciegas. «Something» y «Bad Luck» representarán el soundtrack de un evento alternativo para contemplar ese instante. Y en medio se cruza «I’m Yours Baby», solo por si entre los presentes hay alguna pareja de tórtolos enamorados.
Es «Proven Wrong» quizá la balada más dulce del disco, y la más conmovedora líricamente hablando, también. Para este track los suecos se inventaron unos finos arpegios que luego se encuentran con los rasgueos de unas cuerdas más rasposas, y la cadencia vuelve a encontrar una dinámica de estira-afloje de los extremos románticos y los afligidos. Luego aparece «Brave Blood» en su tono más shoegazer, con esa sutil ráfaga de ruido entrando a los oídos como la primera luz del amanecer a través de las cortinas de un cuarto vacío; y Caroline adecúa su timbre para cantar como si sus cuerdas vocales fueran ese instrumento que lidera el acto. Por su lado, «Far From A Mind» mostraría la faceta más post-punk revival del grupo, en un intento certero por revivir la fiesta después del descanso. Y «Renew, Reject» se llena de júbilo indie-rocker, del bueno e inteligente, con sus ascendentes estribillos y su sobria instrumentación.
Hater logró en Sincere un disco súper equilibrado en sus componentes y sensaciones, me atrevería a decir como pocos en los últimos años del indie-rock (de influencias shoegaze). No es sencillo lograr dualidades que abonen en una propuesta, lejos de ser contradictorias: suenan parcos pero vivos; su música es compleja pero accesible; su estilo es dulce pero también amargo. Y lo mejor: logran un sonido soberbio sin pasar por pretenciosos. En tiempos donde el digitalismo abunda en la manera de hacer música y las técnicas de la electrónica se vuelven cada vez más esenciales en la mayoría de los discos, de repente es sanador el hecho de encontrarnos trabajos como este, que apuesten más por esa esencia más humana y real, con un propósito más terrenal e igualmente perspicaz.
TRACKLIST:
-
Something
-
I’m Your Baby
-
Bad Luck
-
Proven Wrong
-
Brave Blood
-
Far From A Mind
-
Summer Turns to Heartburn
-
Renew, Reject
-
Hopes High
Me suena a
[S&V RECOMIENDA] Summerhead: alquimia surrealista de baja fidelidad
CATEGORÍAS
