Esto es algo que sin necesidad de un estudio, todos entendemos en mayor o menor medida: la música que escuchamos (o a la que somos más recurrentes o afines, pues) refleja mucho de nosotros mismos, de nuestra personalidad. Y sobre ello han profundizado en los últimos años diversos estudios que nos revelan más detalles interesantes, como de los que les hablaremos a continuación.
Uno de los más recientes es el elaborado en la Universidad de Cambridge, basado en algunas muestras de listas de reproducción de Spotify y Apple Music para aprender de las personas (británicas, es importante aclarar) que han hecho sus selecciones. Resulta que existen básicamente dos grupos de oyentes: empáticos y metódicos. El primero lo conforman los individuos más sensibles y que tienen una mayor facilidad de comunicación al igual de que son mucho más solidarios; aquí empataron géneros como el folk, r&b y el rock suave, por cierto. Y en el segundo grupo tenemos a personas más reservadas y pragmáticas que resultaron de las listas de reproducción con artistas del punk, el heavy metal, el rock pesado y el acid jazz.
Como dato adicional, se recomendó a partir de entonces que plataformas como Apple y Spotify apliquen los resultados de este tipo de investigaciones para generar algoritmos que faciliten el brindarle al usuario una mejor y más natural experiencia de búsqueda para la selección de las agrupaciones que desea escuchar. Algo que, por cierto, parece que lo han hecho desde hace tiempo y siguen perfeccionándolo cada vez.
Otro estudio en el Reino Unido, pero ahora aplicado por el profesor Adrian North en la Universidad Heriot Watt, reveló más información de esta índole después de analizar a más de 36 mil usuarios (aquí ya no fueron solo británicos) y 104 estilos musicales. Acá encontramos que el rock y el rap aparecieron como los dos géneros preferidos para las personas rebeldes e inquietas, mientras que la ópera es para los más «prósperos» y calculadores. El jazz es más adepto para los creativos y de alta autoestima además de altamente sociables, mientras que la música clásica es cosa de introvertidos. ¿El pop? Ese es para los trabajadores. Y así encontramos que los fans del country se asemejan a los poperos en la forma de trabajar duro, aunque también son muy tímidos; y que la música indie la escuchan los que tienen baja autoestima y son huraños. Y luego tenemos el soul, en el que describe a sus oyentes como personas creativas, dulces y felices con sus realidades y entornos, algo similar a los fans del metal que también son tiernos y saben apreciar las bellezas del mundo a su alrededor aunque no tienen una muy alta autoestima que digamos.
Otro de los detalles curiosos que apuntó el profesor North es que el volumen al que uno escucha sus discos mientras conduce su automóvil o mientras se traslada en el colectivo también revela algo sobre sus percepciones económicas, de tal manera que si activas los más altos decibeles significa que tienes altos ingresos, caso contrario al de si escuchas tu música a muy bajo volumen mientras conduces o te transportas, pues eso significaría que tu sueldo es mediano o bajo. Qué loco, ¿no?
Por último les hablaremos de una investigación más antigua, realizada a inicios de este siglo XXI en la Universidad de Texas por los profesores Samuel Gosling y Peter Rentfrow, que aclaran que si bien es cierto no podemos profundizar mucho sobre aspectos psicológicos de las personas solo tomando en cuenta los artistas que escuchan (pues esto muchas veces tiene que ver con factores anímicos o temporales), sí concluyen que algunos rasgos de la personalidad podemos comprender en términos más generales. Ellos atribuyen al jazz, el blues y el folk la apertura a nuevas experiencias, mayor estabilidad emocional y mucha facilidad de palabra, así como atractivo para los simpatizantes de las ideologías políticas liberales. En el gospel y el pop tenemos a gente más «buena vibra» y con mucho amor propio, aunque menos estables emocionalmente hablando. En los campos del rock, el metal y el alternative encontraremos a melómanos «intensos» e impulsivos, así como extrovertidos e inteligentes.
En esta investigación también entraron el trip-hop, el funk, la electrónica y música experimental a grandes rasgos, para concluir que sus adeptos son súper sociables, extrovertidos y tienden a restarle importancia a los defectos de las demás personas con las que interactúan.
Así que, tomando en cuenta todo lo anterior y revisando tus recientes reproducciones y compras de música, ¿qué tipo de persona eres y cuáles son tus rasgos de personalidad más llamativos?
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