De incertidumbres, crisis existenciales y momentos que nos recuerdan que no está mal ser humano después de todo…
Han pasado diez años para que la banda de San Francisco, Young Prisms se encuentren de regreso con música nueva después de aquel dreamy-meloso In Between del 2012, una producción que destacaría por su atmosfera de ensoñación y melancolía adolescente. Si bien aquél disco tenía pasajes dulces y volátiles, esta nueva producción que lleva por título Drifter nos adentra en reflexiones que dejan de lado el romanticismo lírico para conectarse a los hechos vitales por los cuales crean una nueva perspectiva de la banda, un nuevo progreso de maduraciones resilientes que se interpretan en doce tracks, creando así un naufragio a la deriva con melodías dreampop y voces etéreas sobre las inestabilidades cotidianas de una incertidumbre llamada vida. Sí, quizá suene muy existencialista y absurdo de cierta manera, pero ¿no es acaso la filosofía de lo absurdo de lo que ya nos hablaba Albert Camus para cobrar un significado de lo humano? No es que esto sea una clase de filosofía, sin embargo, estos enredos tangibles fueron un parteaguas para retomar el carácter de lo humano para los californianos y darle sentido a lo que parecería no tenerlo.
Así lo expresa Stefanie Hodapp, líder de la banda: «You’ve spent your whole life wondering if you’ll ever live up to your own expectations, but one day realize that it’s ok to just be a normal, boring human. You’re used to running away from life because you hate yourself and now you are pleasantly surprised by a new feeling to let go and accept yourself”.
Si bien el distanciamiento a partir de una pandemia afectó nuestras formas de interactuar socialmente, los esfuerzos por el reencuentro toman interés hacía la búsqueda de nuevos acercamientos. La producción de este LP se inició en junio de 2020 hasta febrero de 2021 con la ayuda de Shaun Durkan (Weekend, Soft Kill) (Fire Talk records), y la suma del esfuerzo por tomar un segundo aire bajo los esquemas del grupo ha sido en cierta medida el trabajo más puro de su carrera, y esto se ve reflejado en los créditos compositivos de los temas que se van desprendiendo, creando poesías sonoras bajo una línea de nostalgia. Así lo vemos reflejado en su primer adelanto con el single “Honeydew”, en el que el ruido-pop etéreo crea armonías dulces que son miel a nuestros oídos. Mismo caso con “Your Side” y las resonancias sintetizadoras que van creando texturas viscosas.
Podemos decir entonces que el disco inicia con un oleaje sosegado que lentamente va incorporando las capas que recrean un ambiente relajante con “Above Water»; y a partir de ahí tracks como “This Time” y “Flight” florecen en voces reverberantes que nos recuerdan al sonido de Julee Cruise, incluso. “If Ever Now” y “Months Ago” son un poco más agrestes, con distorsiones a la lejanía que ascienden a un bullicio sonoro.
Young Prisms no quiere quedarse atado a la nostalgia y por eso busca sonidos en una paleta de expresiones atemporales de amor en su forma más volátil. Los sencillos que dieron continuidad a la revelación son “Drifter“, “Self Love” y “Outside Air”: tracks con una carga resonante que nos llevan a la incandescencia sonora de paisajes de aquellos días de angustia. Por otro lado, una manera de ver la perplejidad de las circunstancias es, quizás, observar detenidamente a nuestro alrededor, respirar y mirar al cielo solo para ver la inmensidad de las cosas, y “Violet” es esa canción con una frecuencia de guitarras distorsionadas que nos conduce a la aceptación de que la oscuridad y la muerte son factores inevitables en la existencia humana, y he aquí la paradoja del sentido de la vida.
Estos temas son relevantes en este álbum y ellos lo hacen aún más tangible, pues estar al borde de la destrucción – ya sea por los factores sentimentalistas o elecciones de estilos de vida bajo ilusiones que no están a nuestra altura, o por expectativas sociales- tiene un contrapunto en la sanación de la autorreflexión donde se puede retomar lo que alguna vez se quedó en pausa, y quizás sea eso el motivo de que realmente estamos en aquello que siempre estuvo ahí.
La esencia de Drifter va de la experiencia humana, de encontrar el punto de equilibrio entre nuestras emociones y la intensidad del deseo; de las recompensas de la paz en nuestras vidas y las fortalezas de aquellos males del pasado para superarlos de alguna manera, sabiendo que no podemos arreglar las cosas pero sí puedes descubrir cómo creer en uno mismo: “I believe in you, honeydew”. Este LP no hubiese podido haberse hecho de otra forma más que con el paso del tiempo para reencontrase con viejas amistades que al igual que tú están fastidiadas del mundo. Envejecer no es necesariamente crecer de la manera que esperabas, y es por eso que esta obra nos hace tomar la esperanza de que todo puede ser paz cuando le quitas presión a las circunstancias y aceptas que no todo está perdido.
TRACKLIST:
Above Water
Yourside
Honeydew
This Time
Violet
If Ever Now
Melt Away
Outside Air
Self Love
Months Ago
Around
Flight
Me suena a:
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