10. «Higher» de GusGus

Mobile Home LP

El eco digital más frenético del año se lo llevó GusGus (con el perdón de Low) con estos discordantes sintetizadores que lo retuercen todo. Conforme la intensidad aumenta parece que ese tonillo electrizante es pura fuente de energía para los islandeses. Las probabilidades de volverse adictos a su sonsonete son altas; puedes terminar en inicio de hipnosis que incluso te hará obviar esta gran incorporación de Margrét Rán (Vök) en la voz frontal.

 

9. «Needing You» de Strange Ranger

No Light in Heaven Mixtape

Nada en este 2021 sonó tanto a los noventas como esto. Nada.

 

8. «Long Way Out » de The Funeral Warehouse

Hours & Days LP

Una inclusión de último minuto (lo siento por «Foghtorn’s Cry» de The City Gates que fue la sacrificada), pero simplemente no podía dejar esto fuera. Algo aquí me recuerda a los injustamente olvidados Telstar Ponies, a esa sensación de estar grabando música en un estudio rudimentario y con las luces apagadas, donde lo único que importa es la electricidad y sus melodías ruido-armoniosas. Tiene unos coros súper estimulantes y, bueno, lo demás es pura conmoción de la buena (chulada de trémolos en el estribillo). Una soberbia canción de rock alternativo que te contagia de optimismo en la oscuridad.

 

7. «Sacrosanct» de A Cloud of Ravens

Another Kind of Midnight LP

¿Un nuevo himno Goth para la posteridad? Solo habría que tener cuidado en no abusar del botón repetir, ya que es de ese tipo de rolas tan poderosas y sugestivas, y de estribillos con tal exaltación que lleva consigo la tentación del exceso, está implícita. Esto pone a «Sacrosanct» en esa delgada línea donde se separan los clásicos inmediatos de los temas clichés que pueden llegar a cansar. Tomémosla como una obra gourmet, entonces.

 

6. «Houston Morphine» de Laddermen

Special Kind of Violence LP

La despedida luctuosa más ingenua que puedan imaginar dentro del post-punk revival. Las pérdidas y la añoranza, los instantes fúnebres aparentemente se pueden mitigar bajo los efectos de un narcótico capaz de hacer del dolor una conmoción mucho más llevadera. Y en cuanto a su sonido, ya hubieran querido Paul Banks o Tom Smith una rola así dentro de sus discos… el que me digan.

 

5. «Lonely» de The Churchhill Garden

Single

Escuchar esto por primera vez fue medio confuso. Agarrarle la onda a sus versos y al coro, y luego a esos interludios dispersos fue algo que me mantuvo entretenido, pero creo que es parte del encanto. Esta no es una balada de (des)amor más, al menos no de las convencionales: sugiere más bien un seductor enigma del dreampop al principio, con una hermosísima melodía (sobre todo en su estribillo) y luego, ya cuando te familiarizas con ella, es casi imposible no escucharla una y otra vez sin parar.

Las rupturas amorosas deberían suceder siempre con «Lonely» de fondo para que nunca duelan.

 

4. «Imperfect Things» de MONO

Pilgrimage of the Soul LP

No pretendo insinuar que la salida de Yasunori Takada pocos años atrás fue algo bueno para la banda, pero sí debemos reconocer que la incorporación del estadounidense Dahm Majuri Cipolla para sustituirlo le ha dado un estilo nuevo en sus percusiones, una nueva dimensión. Sin duda su batería ahora es mucho más versátil y eso es bocanada de aire fresco que le viene rebién a cualquier agrupación con 20 o más años de trayectoria.

Para mí, «Imperfect Things» representa la confirmación de una nueva faceta para los liderados por Taka Goto. Inicia con una melodía a una sola cuerda que se prolonga dramáticamente y nos mantiene alerta, a la expectativa, hasta que un breve puente distorsionado da el banderazo de arranque: el volumen sube, la materia se solidifica y el trance se vigoriza. Este tipo de energía no se la conocíamos a los japoneses, y todo gracias a esa soberbia bataca. ¡Bravísima!

 

3. «Midnight Flit» de Mogwai

As the Love Continues LP

Para muchas bandas crear algo como «Mignight Flit» sería todo un reto, pero para Mogwai debió ser un día de campo. Es tan solo un escape cinemático más dentro de su basto repertorio. Y por más que ya debería estar acostumbrado a estos melodramas de fuerzas misteriosas y electrónicas por parte de los escoceses, con su versatilidad y ese colmillo retorcido logran sorprenderme cada vez. La manera en la que entienden la música es algo descomunal.

 

2. «Like to Lose» de Starflyer 59

Vanity LP

Pinche Jason Martin… ya lo extrañaba en este nivel. Quién sabe cómo, pero parece que el desánimo le inspiró a crear algo tan conmovedor como ya tenía tiempo que no lo hacía. «Like to Lose» es como consuelo infalible para la amargura. Esta especie de armonía lo mantiene en una zona de confort en la que irónicamente su vulnerabilidad es su fortaleza. La derrota también tiene su encanto, amigos, y aprender a convivir con ella no es cualquier cosa.

Sometimes I like to lose, man, feels better than a win…

 

1. «Aetolia» de Kilbey Kennedy 

Jupiter 13 LP

En español se escribe y pronuncia Etolia. Es una región montañosa en la ciudad de Messolonghi, Grecia a la que seguramente Steve Kilbey (The Church) y su cómplice en turno Martin Kennedy visitaron no hace mucho tiempo atrás. Pienso en lo místico que debe ser el lugar para ser capaz de inspirar esta teatral pieza que parece estar envuelta en un halo de energía casi espiritual.

Suena como si Kilbey (una de mis voces masculinas predilectas de todos los tiempos, por cierto) sobrevolara esas montañas entre las nubes y la bruma, con el frío del misterio abrazándolo y un rojizo atardecer en el horizonte. Te-ma-zo.

 

 

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