Son los gritos que claman libertad y los golpes contra la autoridad con el fin de conquistar la autonomía en las almas juveniles lo que hizo del punk un estilo de arte que mutó rápidamente a contracultura, y se prolonga desde sus orígenes (hace 40 años) hasta nuestros días. En la actualidad son muchos los nombres que rescatan su auténtico espíritu musical a través de guitarrazos agresivos y baterías alteradas con retumbantes líneas de bajo, pero a la vez muy pocas las que logran sacudir no solo las cabezas de sus oyentes sino también sus conciencias. Amyl and the Sniffers es una de ellas.
El grupo australiano es una de las nuevas apuestas firmes del rock-punk de los últimos años. Y su líder, Amy Taylor es la fémina punk más cool de su generación, alguien que podría incluso intimidar a Debbie Harry o Joan Jett en sus mejores días (¿creen que exagero?). Basta darle play y no parar ni un segundo Comfort to Me, su nuevo y vertiginoso disco de estudio para constatarlo.
Este cuarteto se quiere comer el mundo, lo quiere conquistar con un poco de fuego y más rebeldía. Sin embargo, su manifiesto es por el amor y la paz -pero si es necesaria la violencia para conseguirlas, que venga. Bien canta Amy en algunas de sus líneas, (parafraseo) «no buscan problemas, buscan amor» o «lo único que quiero es caminar por el parque, por el río…» en medio de sus protestas que también anhelan el empoderamiento femenino. Por eso rolas como «Guided by Angels», «Security» o «Hertz» son como puños cerrados ante frente las injusticias sociales. Y qué decir de «Knifey» (de donde sale la segunda cita antes referida), que amenaza más bien con una navaja, precisamente, a cambio de conseguir la emancipación. Esta última cuenta con una de las mejores melodías del disco, dicho sea de paso.
Pero, ¿todo es perfecto en esta obra? Quizá no. En mi humilde opinión, conforme avanza un extensivo tracklist de 13 paradas los ritmos y la intensidad siempre homogénea va cansando. Es uno de los riesgos cuando se hacen álbumes largos, sin lugar a dudas, pero créanme que con la primera mitad de la producción tendrán suficiente para alimentar de bríos y adrenalina esa alma sedienta de una auténtica fiesta punk (sea lo sea que esto signifique). Es más, pueden escoger al azar cualquier set de cinco-seis canciones, donde sea en el tracklist y no se arrepentirán del tiempo dedicado. Todo es constante; todo su música arde y tiembla, y se siente incluso muy punzocortante.
Amyl and the Sniffers cumplen su propósito con Comfort to Me, un elepé de clásico punk que me recuerda mucho en potencia y vigor a aquél imprescindible debut de Savages con Silence Yourself, aunque acá los australianos están más lejos del «post-punk» que las inglesas, sin duda. La vena es rocker cien por ciento; con la sangre hirviendo. Este es el apasionado sonido de una banda subversiva en ascenso y es emocionante seguirles el paso aceleradamente.
Este cuarteto se quiere comer el mundo, lo quiere conquistar con un poco de fuego y más rebeldía. Sin embargo, su manifiesto es por el amor y la paz -pero si es necesaria la violencia para conseguirlas, que venga. Bien canta Amy en algunas de sus líneas, (parafraseo) «no buscan problemas, buscan amor» o «lo único que quiero es caminar por el parque, por el río…» en medio de sus protestas que también anhelan el empoderamiento femenino. Por eso rolas como «Guided by Angels», «Security» o «Hertz» son como puños cerrados ante frente las injusticias sociales. Y qué decir de «Knifey» (de donde sale la segunda cita antes referida), que amenaza más bien con una navaja, precisamente, a cambio de conseguir la emancipación. Esta última cuenta con una de las mejores melodías del disco, dicho sea de paso.
Pero, ¿todo es perfecto en esta obra? Quizá no. En mi humilde opinión, conforme avanza un extensivo tracklist de 13 paradas los ritmos y la intensidad siempre homogénea va cansando. Es uno de los riesgos cuando se hacen álbumes largos, sin lugar a dudas, pero créanme que con la primera mitad de la producción tendrán suficiente para alimentar de bríos y adrenalina esa alma sedienta de una auténtica fiesta punk (sea lo sea que esto signifique). Es más, pueden escoger al azar cualquier set de cinco-seis canciones, donde sea en el tracklist y no se arrepentirán del tiempo dedicado. Todo es constante; todo su música arde y tiembla, y se siente incluso muy punzocortante.
Tracklist:
Guided by Angels
Freaks to the Front
Choices
Security
Hertz
No More Tears
Maggot
Capital
Don’t Fence Me In
Knifey
Don’t Need A Cunt (like you to love me)
Laughing
Snakes
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