La historia de Bush como una de las bandas relevo del grunge tras la trágica extinción de Nirvana es una muy peculiar, llena de altibajos y dudas de origen. Para empezar, muchos consideraron que el muy oportuno debut del grupo en 1994 (con el álbum Sixteen Stone), tan solo meses después del deceso de Kurt Cobain era demasiada coincidencia; ¿acaso querían aprovechar el momento? Es lo que algunos pensaron. Luego, si consideran que su frontman Gavin Rossdale parecía una versión duchada y afeitada del fallecido rockero de Seattle, además con un timbre de voz muy similar, pues las cosas no pintaban bien para los británicos respecto a toda una generación estadounidense que aún lloraba la partida de su héroe. Esperen, ¿mencionamos también que era una banda de Inglaterra tratando de dominar un campo musical esencialmente norteamericano?
Pero por más increíble que parecía, a Bush no le tomó mucho tiempo conquistar América del Norte. Había que darles crédito. A pesar de las «desafortunadas» coincidencias, era una banda genuina con su propio estilo -romántico, meloso/melódico pero al mismo tiempo con un estruendo furioso y lleno de explosiones eléctricas- que los fans amaron de inmediato en su LP debut. Por eso cuando llegó 1996 los ingleses habían dejado la vara muy alta en cuanto a expectativas se refiere, así que su segundo álbum Razorblade Suitcase tenía que romperla igual. Para ello reclutaron como productor a Steve Albini esperando que los catapultara a ese siguiente nivel. Sin embargo, el resultado al menos comercialmente hablando no fue el esperado. Y no es que ese disco sea malo -de hecho es muy bueno- pero igualar a su primogénito fue prueba no superada al menos en lo que a billetes se refiere. Pero eso sí, para la posteridad quedó registrado uno de los más descomunales y vibrantes temas que escribieron en su carrera. Nos referimos a un clásico de este género: «Swallowed» (primer sencillo oficial, de hecho, lanzado en octubre con su videoclip dirigido por Jamie Morgan).
Gavin recurría mucho a sus pasadas relaciones amorosas para inspirarse en sus baladas rockeras más emotivas, incluyendo los momentos tormentosos que venían acompañados de sus respectivos dilemas. Y este track no sería la excepción. Además, el contexto emocional y profesional que abrazaba a la banda en ese periodo influyó mucho en su composición, como lo explicó públicamente una vez en una entrevista para Entertainment Weekly. En retrospectiva, él hace énfasis en los dulces sabores que habían probado con su material anterior como producto de muchos años de esfuerzo y empeño; y de alguna forma también se sentía afortunado porque no tenía idea que después de aquella cumbre creativa que había alcanzado aun fuera capaz de escribir una pieza de esta magnitud. Piensa en «Swallowed» entonces como parte de la inercia de una gran ola que se les dejó venir y en la que todo dentro de ella surgía de manera natural.
Pero, por otro lado, el cantautor británico también quería reflejar ese dolor que surge de los progresivos distanciamientos en las parejas debido a los éxitos profesionales, el comenzar a desconectarse cada vez más de la persona que amas y luego sentirte «tragado» por la vida que elegiste. De hecho, para una reciente entrevista en NME se enfocó principalmente en una línea específica de la canción que explicó de la siguiente manera:
“Estaba esta novia que tenía en aquellos días. Y la línea «Heavy about everything but my love» es esa situación cuando tienes una pareja que está hablando con todo mundo acerca de un montón de cosas pero tú solo piensas en «¿Dónde estoy?». Eso siempre me dio escalofríos.”
Entonces Bush fue capaz de capturar esa batalla emocional de angustia contra gozo en la atmósfera del track que era igual de potente y enérgico como dramático y conmovedor. Y además contó con un estribillo demoledor que se quedó rápidamente en la memoria colectiva. Esta canción fue nominada en el ’96 a los premios Grammy como el Mejor Acto de Hard Rock (que perdió ante «The End is the Beginning is The End» de The Smashing Pumpkins) pero Rossdale prefiere darle más valor a otro tipo de reconocimientos, como el que sus fans le han dado:
“Es increíble haber escrito una canción como esta. Aún veo personas decirme cada noche que toco que se han visto realmente afectadas por la canción, refiriéndose a ella como el soundtrack de sus vidas. Pienso que eso es algo realmente poderoso. Cuando escribes canciones en una banda en la que eres parte de un montón de idiotas haciendo música, no tienes idea de a dónde irá y qué es lo que pasará con ella.”
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