La noche del 17 de mayo de 2017 será recordada por los fanáticos del rock como la previa de un episodio más en el que el destino les volvió a hacer una jugada sucia. Chris Cornell, frontman de Themple of the Dog, Audioslave y su banda más poderosa, aclamada e importante, Soundgarden, se quitó la vida momentos después de ofrecer su último show en la ciudad de Detroit, Michigan (Estados Unidos), siendo ya la madrugada del 18 de mayo.
Así, al más puro estilo Seattle (como Kurt Cobain y Layne Staley), otro de sus hijos más prodigiosos y uno de los padres fundadores del grunge se fue de este plano terrenal de una manera que, más que «repentina e inesperada» (como se anunció su muerte en los medios), fue trágica y lamentable.
Apenas unos años atrás Chris se estaba dando un nuevo respiro y con ello una segunda oportunidad en todos sus proyectos. Además de enfocarse en los últimos años en su carrera en solitario, reunió a Temple of the Dog, Audioslave y desde luego a Soundgarden con la que lanzó un nuevo disco de estudio y concretó su vuelta a los escenarios. Y en 2017 precisamente estaba gozando de una gira más que lo reencontraba con sus fieles seguidores ya no digamos de una sino al menos dos generaciones. Pero él tenía otros planes, digamos más siniestros. Quién sabe desde cuándo. Y lo anunció de una manera tan velada pero al mismo tiempo obvia que nadie lo entendió en su momento.
Esa noche del 17 de mayo de 2017, en su show en el Fox Theatre de Detroit el set terminó oficialmente con el tema «Slaves And Bulldozers» (del álbum Badmotorfinger) que en su coro canta «So bleed your heart out/ There’s no more rides for free/ Bleed your heart out/ I said, What’s in it for me?/ What’s in it for me?». Y luego remató en el encore no tan sorpresivamente con un cover a Led Zeppelin y el tema «In My Time Of Dying». Decimos «no tan sorpresivamente» porque no era la primera vez que la banda había reversionado esta canción en sus directos, razón por la cual en ese momento no era de llamarse la atención, pero ahora en retrospectiva las cosas se miran distinto.
Podemos concluir, entonces, que fue su forma de decir adiós ante su público y sus compañeros.
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