Una de las bandas más finas, originales y subvaloradas en la historia de la música indie es Starflyer 59 (nombre tomado de de una vieja y extinta aerolínea estadounidense). Siempre sedientos de evolución y sintiéndose más cómodos alejados de los convencionalismos, estos chicos liderados por Jason Martin generaron uno de los ecos más alternativos y soberbios que se escucharon durante buena parte de los noventas y principios del milenio (y continúan) no solo en Estados Unidos, sino en toda la escena subterránea mundial.

El proyecto desde un inicio hizo énfasis en su fe cristiana y se consolidó durante muchos años como una de las mejores cartas de presentación de la label Tooth & Nail. Han pasado los años, las décadas, las nuevas disqueras y los cambios de alineación pero la convicción de Martin sigue firme, inquebrantable, como la única mente maestra que no claudica y ha caminado por distintas sendas pero sin nunca traicionar su esencia artística. Y no da señales de detenerse.

Es muy difícil comprender el desarrollo de la música indie, el shoegaze y el rock alternativo sin mencionar a Starflyer, y acá te queremos demostrar por qué estamos convencidos de ello. Estas son nueve de sus mejores canciones (sí, nueve son muy pocas pero es mejor que ninguna, ¿cierto?):

 

1.- No New Kinda Story

Everybody Makes Mistakes LP, 1999

Una de las canciones «de carretera» más perfectas en el indie; y una de las rolas más optimistas en el catalogo de esta banda cristiana. Junto con Play the C Chord fue el distintivo del álbum Everybody Makes Mistakes que presumía una mutación sonora importante en los norteamericanos, y que los acompañó al cierre del siglo XX.

 

2.- Can You Play Drums?

Leave Here A Strangers LP, 2001

A través de sus álbumes, Jason Martin y compañía han compuesto canciones desde románticas e inteligentes hasta tiernas y medio empalagosas, y es Can You Play Drums? precisamente la que se puede sentar en medio de ambos moods. Acá tenemos la primera perlita melódica que nos entregaron en el nuevo milenio; un tema que a pesar de su delicadeza y fragilidad jamás se vuelve meloso ni cursi, y que cuenta además con una letra que inspira a dejar atrás todo lo que duele así como a tomar riesgos en busca de nuevos horizontes.

 

3.- A Good Living

Talking Voice vs. Singing Voice LP, 2005

Melodramática y hasta cierto punto oscura pero nunca te rinde ni te deja caer. A Good Living tiene un equilibrio perfecto en las emociones que despierta: sientes el dolor y caminas con él pero siempre hacia adelante, nunca hacia atrás. Su lírica es simple (como es normal en Martin) y vuelve a mostrar referencias religiosas-cristianas (como es normal en Martin).

 

4.- Goodbyes Are Sad

Single, 1995

Una de las canciones más depresivas de SF/59. Y más vale no resistirse a su encanto, te jalará hasta abajo lentamente pero se sentirá bien durante sus casi cuatro minutos de duración. Es increíble que esta sucia y triste despedida no haya sido incluida en ningún LP pero al mismo tiempo esto nos dice mucho sobre el riquísimo catalogo de la banda estadounidense. Dejar este tesorito desempolvado como un single aislado y para la colección, es un lujo que no cualquiera se puede dar.

 

4.- The Hearttaker

Americana LP, 1997

Americana es el último álbum shoegazer en el catalogo de los de Jason Martin y su sofocada voz, a finales de la década de los 90s y con miras a un cambio casi drástico en su sonido en el futuro inmediato. Piezas como The Hearttaker entonces podrían entenderse como el fin de una era para ellos, y la cerraron con broche de oro. Pesada, profunda, melancólica y ruidosamente inteligente: una de sus más bellas y monumentales construcciones.

 

5.- Hazel Would

Silver LP, 1994

Sin embargo, aun más pesados y contundentes se mostraron en su LP debut. Este disco los presentó al mundo precisamente en su estilo más «agresivo» y «drone». Con guitarras distorsionadas cuyas cuerdas metálicas a veces parecían oxidadas, y un punch impresionante en sus batacas SF/59 se dio a conocer con una soberbia producción que presumía temas como este, que a pesar de contar con una instrumentación sencilla no deja de ser sublime. Hazel Would es, dentro del shoegaze, el ejemplo perfecto de que en muchas ocasiones la sencillez es sinónimo de buen gusto. ¡Qué guitarras!

 

6.- The Zenith

Silver LP, 1994

Y es que Silver es de verdad un título imprescindible en la biblioteca de cualquier melómano. ¿Habían experimentado algo como The Zenith antes? Es casi como escuchar tres canciones en una sola pista, con una cohesión bárbara que hace transcurrir todo casi de manera natural. Una vez Martin dijo que en el inicio de su carrera se influenciaba en demasía en bandas como Ride, Swervedriver y My Bloody Valentine. Bueno, pues aquí tienen un poco de las tres.

 

7.- You’re Mean

Gold LP, 1995

You’re Mean es otro bonito ejemplo de esas baladas agridulces que tan bien sabe moldear Jason Martin. Acá se siente como si hubiera abierto una vieja caja olvidada para sacar un empolvado vinilo que apenas tiene nitidez, y detrás de esa cierta suciedad se alcanzan a distinguir las bellas melodías de un track de corta duración que te deja con la sensación de querer más y más. El estilo oldie en la música nunca había tenido tanto sentido.

 

8.- I Drive A Lot

The Fashion Focus LP, 1998

SF/59 nunca fue una banda de grandes hits ni mucho menos de menciones en las radio emisoras, pero si hubiera un tema que pudiera sacrificarse como víctima mercantil en su extenso catalogo, sin duda es I Drive A Lot desde que funge como lo más pop de la banda y por ende lo más digerible comercialmente hablando. Es además un tema súper emblemático para ellos pues marcó un cambio radical sobre lo que venían haciendo anteriormente: de repente su sonido oldie, distorsionado y oscuro quedó atrás para darle apertura a la luz, la nitidez y a una mayor estética instrumental con el álbum The Fashion Focus (que junto a Leave Here a Stranger es de lo más popero que han hecho).

 

9.- My First Heart Attack

Old LP, 2003

Muchos consideramos My First Heart Attack como la última gran obra maestra de SF/59. No es que sus entregas posteriores sean malas ni muchos menos, pero no han alcanzado este nivel excelso. Es indie, es rock, es space rock y es progresiva con elegantes estribillos, un refinadísimo sonido y un puente instrumental para alcanzar el cosmos. Esta canción cierra el disco Old, el séptimo en su carrera, y claramente refleja el colmillo retorcido de una banda madura que se sentía súper confiada a pesar de la inestabilidad en su alineación.

Eres grande, Jason Martin.