Después de un aclamadísimo disco debut en 2008 que parecía se había devorado al mundo (subterráneo), Have a Nice Life se escondió entre la penumbra de su propio éxito por nada menos que seis años que a muchos hicieron creer que su exilio había sido definitivo, circunstancia que los haría inevitablemente introducirse en las extensas listas del One Hit Wonder. Pero eso no pasó. Su sepulcral sonido está de regreso y con ello la música gótica se vuelve a vestir de gala.
La dupla formada por Dan Barrett y Tim Macuga recién estrenó su segundo y nuevo álbum de estudio de nombre The Unnatural Wold el pasado 4 de febrero a través de su propio sello discográfico Enemies List Home. Desde luego que no es un trabajo tan extenso y experimental como sí lo fue Deathconsciousness, pero no era necesario seguir su misma línea. Estos chicos adoradores del ruido industrial y las sombras abstractas detrás del humo entienden que era más factible crear un trabajo que funcionara como una continuación, un sucesor perfecto, en lugar de tratar de igualar lo que aparentemente es inigualable.
En este álbum compuesto por ocho tracks encontraremos una adecuada explotación de diferentes elementos utilizados a lo largo de la historia en géneros como el post-punk, el darkwave, el new-wave y por supuesto el rock gótico. Sin embargo, no creo que la etiqueta revival sea oportuna en esta ocasión, pues a diferencia de muchas bandas de la oleada gótica del nuevo siglo, Have a Nice Life marca sus propias pautas y sus propios tonos de tenue luz. En este sentido en The Unnatural World encuentro un estilo musical emparentado con el de unos Cranes ochenteros o de unos Bauhaus y Tones on Tail en su mejor forma, incluso con el del mismo Michael Gira en sus tardes más esquizofrénicas sin cadenas que lo contengan, pero con un genuino sonido titánico e industrial que rebota en las fronteras del propio mundo que construyeron Barret y Macuga, en donde las ofrendas al ruido y la perversión se vuelven una rutina visceral.
Hay maldad, cultos, plegarias y sufrimiento. Aquí hay que morir para sentirse vivo. Los ecos en la oscuridad suavizan las metálicas percusiones cual máquinas de fábrica deteriorada, en una dualidad sonora entre los trucos eléctricos más clásicos del rock industrializado y los más electrónicos del post-punk de hirientes beats. Punto medio entre lo clásico y lo vanguardista. Have a Nice Life se las ingenió en ocho años para inventarse el futuro en su propio presente, y la larga espera bien ha valido la pena.
Tracklist:
- Guggenheim Wax Museum
- Defenestration Song
- Burial Society
- Music Will Untune the Sky
- Cropsey
- Unholy Life
- Dan and Tim, Reunited by Fate
- Emptiness Will Eat the Witch
Me suena a: Cranes, Swans, Lycia
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