El nuevo material de Polly Jean Harvey es parte de un proyecto artístico que busca mostrar los horrores de la pobreza y la guerra, producto de los viajes que ella y el fotógrafo Seamus Murphy realizaron entre 2011 y 2014; que los llevaron a Kosovo, Afganistán y los barrios pobres de Washington, D.C. Este trabajo incluye, además, un libro de poemas y fotografía The Hollow of the Hand, un documental (que se estrenará a futuro), los videos para “The Wheel” y “The Community of Hope”; además de que la propia creación del disco fue abierta para el público —usando un estudio de grabación con pared de vidrio—.
Menciono esto porque, para poder disfrutar plenamente de este disco, uno debe informarse de los eventos que llevaron a su creación; ver las fotografías, qué muestran los lugares que inspiraron las canciones; leer las letras de las canciones y entender las referencias. Es un material políticamente cargado y con intenciones tan específicas, que es imposible separar el concepto del producto final.
Harvey evoca imágenes en las que los niños son las víctimas de toda forma de militarismo; denunciando la falta de empatía y voluntad de los gobiernos occidentales para ayudar en tragedias específicas, donde los muertos se convierten en estadísticas, en números que a partir de su periodicidad se convierten en algo cotidiano. En los casos más afortunados, las letras logran el objetivo de levantar el velo que cubre los ojos de las masas que están concentradas en todo, pero ciegas ante la verdad del sistema en el que viven.
Desafortunadamente, la falta de familiaridad de Harvey con ciertos temas que toca la llevan a escribir letras que, en vez de conmover y criticar, son aleccionadoras, torpes y trilladas. El peor ejemplo es “Medicinals”, donde trata de crear analogías entre las hierbas medicinales de los antiguos nativo-americanos y la situación actual en la que viven, incluso invocando la imagen de una mujer usando una gorra de los Redskins —el tema del equipo de fútbol americano es algo que debe analizarse dentro de su propio contexto tradicional y deportivo—. Queda la sensación de que la autora quedó abrumada por lo que vio en su viaje, y no siempre puede expresar con palabras las cosas que sintió.
La instrumentación va de la mano de las letras; simple y estridente: enormes baterías (haciendo mucho uso de los toms), guitarras distorsionadas, saxofones, sintetizadores análogos, coros de voces masculinas reafirmando las palabras de Harvey; todo muy crudo y directo. Aun así, el trabajo y la meticulosidad de los arreglos se van revelando con repetidas escuchas; todo es un poco más complejo de lo que a primera luz pareciera.
We sent up tents, brought in water, air drops were dispersed- I saw people kill each other, just… to get there first.
En sus mejores momentos, las canciones funcionan como periodismo musical, describiendo imágenes apocalípticas, comunicando su mensaje en un idioma que no requiere traducción. The Hope Six Demolition Project está lleno de canciones así, donde las intenciones concuerdan con el resultado creando piezas bellas y devastadoras. Un álbum potente, con canciones suficientemente buenas para ignorar las ocasionales fallas líricas, y un par de temas que deberían convertirse en estándares del rock de protesta.
Tracklist:
- The Community of Hope
- The Ministry of Defence
- A Line in the Sand
- Chain of Keys
- River Anacostia
- Near the Memorials to Vietnam and Lincoln
- The Orange Monkey
- Medicinals
- The Ministry of Social Affairs
- The Wheel
- Dollar, Dollar
Me suena a: T. Rex, Bruce Springsteen, Captain Beefheart
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