Matador, 2013


Con su álbum debut en 2011 (Violet Cries), Esben and the Witch se dio a conocer como una banda esencialmente gótica, con matices densos y tétricos en su sonido, lo que le permitió colocarse en las listas de preferencia de los fanáticos del darkwave del nuevo siglo.

 

Sin embargo, con esta segunda entrega, Wash the Sins Not Only the Face, el trío inglés trató de ser un poco más discreto en ese sentido; es decir, juega todavía con la oscuridad y las reminiscencias del rock gótico de antaño, pero ahora en un ambiente más digerible con una instrumentación mucho más sutil.

 

Creo que donde mejor que en ningún otro punto se plasma esa premisa es precisamente en el track inicial “Iceland Spar” que comienza de manera agresiva, retumbando los oídos con un shoegazer atmosférico que es silenciado por momentos ambientales y la dulce voz de Rachel Davies, y esa secuencia de ruido-calma-ruido es la que se repetirá una y otra vez por aproximadamente dos minutos y medio.

 

De ahí en adelante la mayoría de las canciones aparentan ser más suaves casi todo el tiempo; desde “Slow Wave” con secuencias garigoleadas entre arpegios cristalinos y batacas en redobles, pasando por “When that Head Splits” que bien podría sonorizar una caravana en un «día de muertos» con sus guitarras etéreas y las baterías orgánicas intercaladas con programadas, hasta llegar a otras como “Shimmering” y “Deathwaltz”, de las más digeribles; la primera relajada, fantasmagórica, y la segunda más diáfana, llena de vigor, con trémolos bien estridentes y una sensual voz femenina.

 

Aun así, la bruja de Brihgton no quiso decepcionar a sus seguidores más nostálgicos y por ello también entrega cortes totalmente post punk como la industrial “Dispair”, y la última, la más dramática y cinemática: “Smashed to Pieces in the Still of the Night”.

 

Ahora bien, como dicen por ahí que lo mejor se deja hasta el final, eso haré con “Putting Down the Prey” y “The Fall of Glorieta Mountain” (que no son las últimas del disco). Una es de lo más complejo y emocional de la producción, como una plegaria dentro de una cueva que te protege de la tormenta, donde suenan hermosos estribillos con cuerdas estridentes y voces angelicales que se abrazan, y la otra es romántica y dolorosa al mismo tiempo, reflexiva y llena de añoranza; respectivamente.

 

Así pues, este álbum se columpia por diferentes escenarios para hacernos sentir, aunque sea en uno solo de ellos, realmente cómodos. Con Wash the Sins Not Only the Face, los Esben and the Witch buscan ganarse nuevos escuchas acostumbrados a música más digerible que la presentada en su álbum antecesor, sin perder a su inicial grupo de fans que seguirán esperando siempre de ellos penumbra y niebla en sus piezas.

 

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Tracklist:

1. Iceland Spar 
2. Slow Wave 
3. When That Head Splits 
4. Shimmering 
5. Deathwaltz 
6. Yellow Wood 
7. Despair 
8. Putting Down The Prey 
9. The Fall Of Glorieta Mountain 
10. Smashed To Pieces In The Still Of The Night

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Me suena a: School of Seven Bells, 2:54, Love Spirals Downwards

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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=w61LU6AvvPo]