Después de muchos años de retiro por tiempo indefinido, The Sounds como que empezaban a estar en el olvido de muchos, fans incluidos, por lo que fue sorpresivo escucharles de nuevo en este caótico 2020. Y en junio publicaron Things We Do for Love, su sexta producción de larga duración y la primera en nada menos que siete años.
Ojalá les pudiera decir que después de la inactividad se justifica que la banda se sienta «aporreada», «oxidada» o fuera de forma, y que es cuestión de tiempo para tenerla realmente de regreso. Pero no es el caso. Es que ni siquiera están intentado volver. Por el contrario, dan el giro definitivo que venían tramando desde sus últimas entregas en la década pasada. Y para mala fortuna de los amantes del juvenil indie-punk rock de sus inicios, la banda sueca está hoy muy pero muy lejos de eso.
Como decía, esto se sentía ya (pero lo habíamos olvidado). En sus últimos trabajos antes de su primer ruptura ya se acercaban más a las pistas de baile en bases sintéticas, pero era un poco más disimulado su sonido, digamos. Ahora ya ni eso; se van directo al club sin tregua y quizá traicionándose a sí mismos. Y esto no tiene nada de malo, de hecho, solo que seguramente están perdiendo a muchos (o al menos una buena cantidad) de sus seguidores originales, aunque parece no importarles el sacrificio con tal de sonar más radio amigables, digeribles, y fáciles para oídos más jóvenes.
En discos de este tipo uno podría apostar al efecto iceberg, digamos, que son los ganchos comerciales los que apenas muestran la superficie con tal de llamar la atención con clichés melódicos o construcciones más simples, pero que se pudieran encontrar en la profundidad del álbum algo más elaborado y de mayor calidad. Pero no es el caso. Por ahí algunos tracks sobresalen de manera tímida, como la limpia balada «Changes» o «Stay Free» que les devuelve su irreverencia, pero hasta ahí. Lo demás suena a una programación de MTV en horario estelar.
¿Qué es realmente lo «mejor» de este trabajo, entonces? Digamos que la voz de Maja Ivarsson, que no ha envejecido nada de nada; sigue prácticamente intacta y en ese sentido algo de nostalgia se crea en el ambiente al escucharla. Fuera de eso, poco es lo que ofrece el grupo para sorprendernos; poco o nada es lo que arriesga y muchas ganas de trascender como artistas no se les nota. Se fueron a la fácil, a la demasiado fácil, y sus consecuencias pagarán en las críticas.
Tracklist:
- Things We Do for Love
- Safe and Sound
- Changes
- Bonnie and Clyde
- Hollow
- FIngertrips
- Dreaming of You
- Dim the Lights
- Stay Free
- Home
- Miami
Me suena a: The Killers, James Blake, Future Islands
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