The Strokes ha reaparecido este año después de darle a sus fans el periodo de sufrimiento más largo ante un vacío de un disco de estudio a otro. Fueron siete años desde el decepcionante Comedown Machine; y ahora están de regreso con The New Abnormal.
Siendo ya una banda madura pero con un catalogo no tan basto como sus años de existencia (esto debido a lo tan irregulares que son), quizás los neoyorquinos se han empeñado en guiarse por esa alma juvenil que se niegan dejar atrás, y le apuestan a seguir trascendiendo mediante pequeños himnos adolescentes en el indie que atrapen, de paso, a nuevas generaciones de seguidores. Y aunque en este álbum sí exploran algunos nuevos alcances en el synthpop, por ejemplo, el mood de Casablancas y compañía sigue siendo el mismo desde su obra maestra, Is This It. Lo contraproducente de esto es que entre tanta exploración sonora The Strokes desde hace años ya no suenan tanto a ESOS The Strokes, sino más bien a unos The Voidz (proyecto alterno pop de Casablancas).
Para quienes alguna vez fueron llamados a ser «los nuevos salvadores del rock», además de ser ubicados en sus inicios dentro de la etiqueta post-punk revival, han quedado lejos de aquellas expectativas. Algo en ellos les sigue dando su categoría de banda «cool» y consentida por su súper leal base de fans, pero estoy seguro que no son sus recientes álbumes. Aun así, en esta última entrega hay algunos episodios que van desde lo aceptable hasta lo tímidamente destacado, con buenos temas de la mitad del tracklist hacia el cierre, como «Eternal Summer», «At The Door», «Not the Same Anymore» y «Ode to the Mets» que, aunque son muy diferentes entre sí, muestran a una banda más acorde con su edad y trayectoria, con construcciones, melodías y colores más maduros. Me atrevo a colocarlas dentro de las 10 15 mejores canciones de su carrera, si me apuran.
Así que en términos generales The New Abnormal es un álbum más bien autocomplaciente en una banda ya longeva que parece se niega a dar ese siguiente paso no solo en sonido e instrumentación sino también en su actitud. Quizás esas canciones mencionadas sean los primeros pasos que puedan servir de impulso para ello en un futuro no muy lejano, lo malo es que con The Strokes no se sabe cuánto tiempo va a pasar para verlos juntos otra vez en un estudio. Con tan largos intervalos, cada miembro de mientras va por su lado en sus proyectos alternos y cuando regresan a fusionarse los resultados son auténticos chilaquiles. Esperemos por el bien de la música indie y de sus fans que ya crecieron que sean más constantes y continúen en la línea con la que cerraron este álbum.
Tracklist:
- The Adults Are Talking
- Selfless
- Brooklyn Bridge To Chorus
- Bad Decisions
- Eternal Summer
- At The Door
- Why Are Sundays So Depressing
- Not The Same Anymore
- Ode To The Mets
Me suena a: Arctic Monkeys, Foals, Two Door Cinema Club
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