Debemos empezar este análisis por partir de una premisa: Prysin, el nuevo álbum de Jaye Jayle es difícil de categorizar musicalmente. Tendríamos que recurrir a términos convencionales en el mood alternativo como el industrial, trip-hop y goth para partir de algún punto (o algunos puntos). Luego hay que agregar otros términos no musicales pero que aportan a la esencia del espectro; algo así como drama, dilema y oscuridad. Mucha oscuridad.
En la cosmovisión de Evan Patterson, el título de este LP significa algo así como «prisión sintética», debido a que en su mayor parte fue pensado y creado durante su última gira, por lo que estaba muy limitado tanto en tiempo como en recursos materiales para registrar cada una de estas composiciones en cuanto surgían, entonces se valía principalmente de su iPhone para guardar los archivos y mantenerlos listos para que luego, ya propiamente en un trabajo de estudio, el productor Ben Chisholm (Chelsea Wolfe) metiera mano para presentarnos el producto final que hoy conocemos.
Ahora bien, en cuanto al manantial de inspiración se refiere, el mood que une a estos 10 tracks debe entenderse a partir de los largos viajes en carretera de Patterson durante este tour: vistas nostálgicas y melancólicas a través de las ventanas. Todo el tiempo del mundo para pensar, para reflexionar… todo el tiempo que quiso para añorar. También caminatas solitarias por ciudades desconocidas, principalmente de noche fueron las causas de estas canciones, especialmente en el single «The River Spree» (que además ocurrieron bajo los efectos del ácido, aparentemente).
Todo el sonido se construye en bases electrónicas. Hay prudente experimentación mas no hay prisa en los ritmos. El perseguir los miedos con la compañía de tu propia sombra en la desolación también proyecta cierta emoción post-apocalíptica en el aire, y Jayle Jayle se alimenta de ella. Rolas como «Making Friends» o «I Need You» juegan con ese siniestro dilema del miedo-romanticismo, de la paz-inseguridad en el confort de las tinieblas. Algo así como entrar a la cueva de la bestia con el fin de querer domesticarla sin muchas expectativas de éxito. En este caso, es el afrontamiento de tus inseguridades y de la monotonía lo que pudiera hacerte avanzar hacia la incertidumbre, sabiendo que al menos sigues adelante. Una disyuntiva muy especial.
Por eso Prysin no es un disco fácil de digerir. La apuesta de Jaye Jayle es perturbadora pero igual de adictiva para motivar las repetidas reproducciones; abre sendas sónicas que podrían considerarse al inicio tenebrosas pero que mientras más se exploran en el fondo resultan ser más enigmáticas. A pesar de que uno camina con Petterson y compañía entre la penumbra no hay riesgo de caer ni acercarse a cornisas al borde del abismo, su grave voz despierta más bien la intriga por conocer qué hay más allá, después del humo, detrás de los fantasmas de la noche que nos invitan a acompañarlos.
Tracklist:
- A Cold Wind
- Don’t Blame The Rain
- Synthetic Prison
- The River Spree
- Making Friends
- Guntime
- Blueberries
- I Need You
- The Last Drive
- From Louisville
Me suena a: Timber Timbre, Nick Cave, And Also the Trees
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