RCA, 2017


Después de cinco años de ausencia, Grizzly Bear, la banda originaria de Brooklyn nos sorprendió con el anuncio de una nueva entrega, para muchos esperada, para otros no tanto. Y es que, aunque al principio parecían muy prometedores, nunca han logrado posicionarse en el gusto de muchos debido a su estilo en general deprimente y melancólico.

 

El proceso de composición y grabación de Painted Ruins duró aproximadamente dos años; comenzó en el 2015 y el estreno fue llegó el 18 de agosto del año en curso. Fue producido por el bajista de la banda Chris Taylor y lanzado por la disquera RCA.

 

Su tracklist comienza con “Wasted Acres”, un tema que continua con el sello que siempre ha caracterizado a la banda: atmósferas deprimentes combinadas con bellas melodías. Un tema bueno, pero para nada sobresaliente.  “Mourning Sound” a mi parecer es por mucho el mejor tema del álbum, musicalmente hablando, con un sonido totalmente renovado y  más fresco. Aunque en primera instancia suena un poco más pop y digerible que sus compañeras, tiene una estructura que para nada lo es. El coro tarda demasiado en llegar, pero cuando lo hace, lo hace de manera sublime y elegante. Tiene cadencia muy pegajosa y difícil de quitarse de la cabeza.

 

Seguimos con otro tema que nos recuerda sus trabajos anteriores, “Four Cypresses”. Tiene más atmósferas taciturnas y nostálgicas y cuenta con un excelente trabajo de Christopher Bear en la batería. Otra de las canciones sobresalientes del álbum es “Three Rings” que a pesar de sonar a lo que nos tiene acostumbrados la banda, la melodía principal es dominada por un arpegio de guitarra bastante bueno que logra atraparte y no te deja ir  fácilmente. Lo pasa en “Losing All Sense”, uno de los capítulos más movidos e interesantes, con una guitarra que sobresale ante los demás instrumentos. “Aquarian” sigue por el mismo camino, pero no es muy sorprendente.

 

Y a esta altura del disco, el recorrido empieza a parecer un poco pesado, lo mismo que ha pasado en sus trabajos anteriores. Y es que en todas sus entregas anteriores tienen dos o tres 3 temas muy buenos pero los demás parecen de relleno. Pero con “Cut-Out” se recuperan un poco gracias al arpegio que domina la armonía, además de los obligados a la mitad de la canción.

 

Luego, “Glass Hillside” llega como un hermoso tema lleno de vocalizaciones que te hacen entrar en un estado de relajación increíble. Es muy bueno para sentarse a escuchar con calma y los ojos cerrados. Y justo después de ese estado de relajación viene “Neighbors” (video) a despertarte con otro excelente trabajo tanto en la batería como en la guitarra. Este es otro de los grandes momentos de la producción.

 

“Systole” trae más ambientación y languidez. Es el único tema cantado por el bajista y productor. Muy buena interpretación, pero no lo suficiente para atraparte. Lo mismo que pasa con “Sky Took Hold” que cierra el álbum aunque no con broche de oro.

 

En conclusión, Grizzly Bear hizo lo que mejor sabe hacer: tracks melancólicos con excelentes armonías vocales, grandes ejecuciones instrumentales por separado, pero no canciones que vayan a trascender. Definitivamente es una banda para un muy selecto tipo de público.

 

 

Tracklist:

  1. Wasted Acres
  2. Mourning Sound
  3. Four Cypresses
  4. Three Rings
  5. Losing All Sense
  6. Aquarian
  7. Cut-Out
  8. Glass Hillside
  9. Neighbors
  10. Systole
  11. Sky Took Hold

 

 

 

Me suena a: Band of Horses, Wilco, The War On Drugs