Después de buenos discos debut, no hay nada más difícil para una banda que lanzar un segundo álbum que alcance la altura de las expectativas (o exigencias) en sus nuevos fans y la crítica. El dilema de continuar lo hecho ateriormente o comenzar a mostrar cosas distintas tempranamente en su trayectoria puede llevar a una banda a un desenlace fatal o afortunado. El riesgo debe tomarse y no muchos salen airosos en el intento. Pero para la buena fortuna de Girlpool, ellas han ido por un punto medio entre ambas opciones y el resultado no pudo ser mejor.
¿Recuerdan su propuesta en Before the World Was Big? Aquello era un prolongado jam de jangle indie pop eléctrico en el que no había nada más que guitarra, bajo y voz. Y ya. Cleo Tucker y Harmony Tividad parecían dos dulces chicas adolescentes asustadas por los cambios propios de su edad y por cómo el mundo giraba más rápido y se tornaba de distintos colores; eran tiernas en sus dudas razonables y hasta cierto punto perspicaces (musical y líricamente, a pesar de las limitantes voluntarias). Ahora, en Powerplant ya no van solas pues incluyeron en su alineación a Miles Wintner para agregar baterías a la ecuación. ¿Y saben qué? Fue la mejor decisión.
Ese nuevo punch que la banda ha adquirido le da más estructura a sus dulces canciones y esto le viene bastante bien a su sonido. Ahora no solo tenemos capítulos indie folkeros electroacústicos sino también impulsos de alt-rock y un indie pop con más energía pero igual de inteligente y refinado. Pienso en Colleen Green limpiando el polvo de sus pedales o en una joven Juliana Hatfield (en sus días de Become What You Are) bajando decibeles en el estudio; y también puedo recordar esa transición del shoegaze al pop que Lush experimentó a mediados de los 90s.
Líricamente, Girlpool se muestran transparentes, sensibles y vulnerables. Emo-cionales quizás. Reflexivas también. Y es su nueva gama instrumental la que les da más fuerza y seguridad para emerger con autoridad entre las disyuntivas y los tormentos juveniles (es increíble cómo una batería te puede llevar a una dimensión distinta por sí sola, ¿no?). Entre breves explosiones bien controladas y arrebatos de irreverencia, Cleo y Harmony nunca pierden la clase ni su estilo. Powerplant es hasta cierto punto minimalista, sencillo y vaya que digerible pero con una perspectiva más basta en el pop a partir de construcciones solidas con ganchos melódicos tan contundentes como elegantes.
Tracklist:
- 123
- Slepless
- Corner Store
- Your Heart
- Kiss and Burn
- Fast Dust
- Powerplant
- High Rise
- Soup
- She Goes By
- It Gets More Blue
- Static Somewhere
Me suena a: Colleen Green, Juliana Hatfield, Flowers
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