Mute, 2015


Las personas suelen crecerse cuando tienen en frente un desafío. Es ley de vida. En la música también suele pasar, y suelen ser las respuestas a esos desafíos las que separan a las buenas bandas de las bandas legendarias.

 

Cuando Ian Curtis se suicidó en 1980, Joy Division dejó de existir. Los miembros sobrevivientes, Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris decidieron mantenerse juntos a pesar del luto y reclutaron a Gillian Gilbert para refundarse como New Order. Entre sencillos memorables, discos que marcaron el despegue de la música alternativa en los ochenta y una que otra pelea, representaron el vivo testimonio del ave fénix que sabe elevarse por encima de la derrota.

 

Cuando New Order decidió regresar en 2011 sin Peter Hook, hubo bastantes dudas de que pudieran seguir adelante. Sin embargo sus presentaciones en vivo los mantuvieron a flote durante este lustro, mientras preparaban un nuevo álbum. Naturalmente seria injusto contar a Lost Sirens como un álbum en toda la regla, pues básicamente son descartes de su Waiting For The Sirens’ Call del 2006. El año pasado estuvieron tocando dos nuevas canciones en los últimos conciertos de su gira mundial: «Singularity» y «Plastic». Por lo mostrado en vivo, parecía que seguían tan fuertes como siempre. Cuando anunciaron que su nuevo álbum se titularía Music Compete y que tendría colaboraciones de Iggy Pop, Brandon Flowers, Tom Rowlands y Elly Jackson de La Roux, las expectativas se dispararon todavía más.

 

No obstante, las dudas sobrevolaron la promoción cuando apareció el primer sencillo oficial, «Restless» (ver video). Aunque remitía a las canciones más introspectivas de NO, se sentía que le faltaba fuerza. Las voces diciendo que hacia falta Peter Hook en la ecuación no se hicieron esperar. Resulta extraño que la eligieran no sólo como el primer sencillo, sino como la apertura de un álbum que a partir de aquí solo sabrá dejar al oyente con la boca abierta. “Singularity” llega al rescate con el que posiblemente sea el numero más cercano a Joy Division que le hayamos escuchado al grupo desde los tiempos de Movement. La tocaron el año pasado durante varias de sus presentaciones y resultó tan tremenda en estudio como se esperaba, con sus cambios de ritmo, buenos momentos de la guitarra y un buen trabajo de la mitad de The Chemical Brothers, Tom Rowlands, en la producción.

 

Turno de “Plastic”, la canción con la que realmente podemos empezar a hablar de Music Complete. Se muestra como un híbrido entre Giorgio Moroder, Kraftwerk y Pet Shop Boys que rápidamente puso las expectativas a un nivel más apropiado para un álbum de New Order, y de paso se convirtió en una favorita del 2015. Probablemente lo que ha permitido que tenga tanta aceptación en estos días es ser honesta y consecuente con el momento que vive la banda. No teme homenajear a sus héroes, pero a la vez aprovechan para reafirmar su identidad como grupo.

 

«Tutti Frutti» tiene esa cosa que la hace similar a su clásica «True Faith». Medio disco, algo atmosférica, bien Ibiza. Es fácil entender por qué a la gente le ha gustado tanto en estos días. Nunca está de más que nos recuerde su íntima relación con la cultura de la discoteca. Soberbia incorporación al catálogo del grupo que es seguida por «People On The High Line», donde tiran con más propiedad hacia el house utilizando más sintetizadores. Hasta aqui, el álbum juega a ser una versión 2.0 del clásico Technique.

 

Pero es ahí donde la banda saca a relucir el factor sorpresa con “Stray Dog”, tema que se sale de cualquier parámetro para describirlo. El choque eléctrico que uno siente bajando por la columna cuando empiezan a tomar vuelo los sintetizadores y aparece la voz de Iggy Pop no admite comparación con nada en este disco. Es una simbiosis entre krautrock, post punk y synthpop que encuentra en el ejercicio spoken word de Iggy el mejor complemento posible a un tema puramente cinematográfico. Stephen Morris en la batería me recordó más que nunca el “ritmo motorik” de Neu! que tanto influyó su estilo durante los días de Joy Division. Cualquier canción que logre eso en estos días tiene un mérito enorme.

 

El disco prosigue con «Academic», muy por el estilo de lo que hacían en Get Ready o Waiting For The Sirens Call, aprovechando lo que hizo a “60 Miles An Hour” o “Krafty” nuevos clásicos de su catálogo. Guitarras al frente, pero aprovechando los teclados a todo lo que dan. La diferencia la marca evidentemente el hecho de que Tom Chapman no resalta como lo haría Hook en el bajo. ¿Decisión creativa? Difícil saberlo con claridad ahora mismo, pero es un aspecto clave en la concepción que la gente se pueda hacer de Music Complete. Pasamos a “Nothing But a Fool” y aunque en parte mantiene la línea de “Academic”, es evidente que optan por una jugada distinta. Juega con una idea más densa, con algo más de protagonismo en las guitarras, como si quisieran volver sobre sus pasos y hacer un tema Joy Division pero partiendo de la experiencia acumulada en todos estos años. En la segunda mitad se torna repetitiva. Tal vez se hizo más larga de lo que debía.

 

Se acerca el final y vuelven los sintetizadores retro para “Unlearn This Hatred”. Probablemente por coincidir con el punto bajo de “Nothing But A Fool” tiene madera de ser bastante subestimada, pero si deciden hacerla habitual en los conciertos puede que se revalorice. Pura canción de club, con bajos prominentes y buenos momentos incitando al baile como en la vieja escuela. Sensaciones similares produce “The Game”, partiendo del synthpop y en algunas cosas volviendo a la línea de “Academic”. Para el final se mandan una «Superheated» con Brandon Flowers en plan estelar que, no obstante, se siente inusual aun para New Order. Es más propia del estilo new wave con el que suele manejarse The Killers (tiene mucho que ver que Stuart Price produjera la canción), y si tiene una cuota retro, lo hace más en la linea de bandas como The Cars o Tears For Fears. La razón por la cual no resta sino que suma al resultado final es porque hace parte de un álbum con matices mucho más diversos que de costumbre.

 

¿Peter Hook los frenaba de hacer algo así? Personalmente no lo creo, pero no me extrañaría si el bajista quisiera algo más crudo para la banda. Escucharlo con The Light puede dar una buena evidencia de eso.

 

El caso es que en un momento y a una edad donde nadie buscaría realmente superar o desafiar su propio legado, New Order da con Music Complete una demostración de valentía que haría sonrojar a cualquier veterano de la actualidad. Es verdad que no aporta gran cosa a lo que siempre les hemos escuchado, pero el hecho de buscar variedad, desafío, e intenciones de ponerse en sintonía con la movida actual del alternativo a lo largo de las canciones sin sacrificar su nombre, es digno de aplaudir.

 

 

Tracklist:

  1. Restless
  2. Singularity
  3. Plastic
  4. Tutti Frutti
  5. People On The High Line
  6. Stray Dog
  7. Academic
  8. Nothing But A Fool
  9. Unlearn This Hatred
  10. The Game
  11. Superheated

 

 

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Me suena a: Pet Shop Boys, Giorgio Moroder, Depeche Mode