Después de haber escuchado «Red Eyes» como primer avance oficial del nuevo disco de The War on Drugs fue muy difícil no flotar en sus nubes surrealistas. El tema casi tocó el cielo y eso hizo que ya no pudiéramos esperar por algo más alto en su nueva placa discográfica (al menos así lo sentí desde un inicio). Fue mejor apostar a la posibilidad de un álbum que, en lugar de intentar más puntos álgidos como ése, buscara mejor el equilibrio para entregar un trabajo completo y constante, regular de emociones e intensidades. Al final, creo que esas son las obras musicales que trascienden y se guardan en la memoria a través de los años; no cansan, no se vuelven trilladas ni tampoco desembocan en cualquier oído que no esté a la altura de su entendimiento.
Reseña: Lost in the Dream de The War on Drugs
Adam Granduciel lo hizo bastante bien en Lost in the Dream. Muchos dirán que avanzó del grado de músico de altura al de maestro, pero me gusta más pensar que aquí se le siente como si se hubiera desprendido de una carga que lo acompañaba por mucho tiempo y en consecuencia ahora está relajado, inspirado, con un sonido refinadísimo y experimental dentro de un rubro musical en el que a otros les hubiera costado trabajo expandirse, pero él buscó las formas y el resultado idóneo llegó casi de forma natural. Me da la impresión por momentos que su música se inspira de demos en cassettes de los 80s recuperados de un viejo baúl y remasterizados en el estudio; trae consigo ese sentir nostálgico en su atmósfera, sobre todo cuando se prolonga en los solos instrumentales en la mayoría de los tracks, una repetida y adecuada jugada que le da al álbum un toque todavía más introspectivo. ¿New- indie- synth-rock- wave será la expresión? Quizás temas como «An Ocean In Between the Waves» y «Disappearing» le dan sentido a la «etiqueta».
Saxofones, cajas de sonido, batacas orgánicas, pianos, sintetizadores, guitarras (¡qué guitarras!), bajo, armónica y algún otro juguete que se me escapa por ahora, todos ellos pocas veces en una convivencia tan sana como ocurre en esta producción de temas oníricos, de descanso, de desprendimiento e incluso de impulsos dramáticos. En el campo lírico, podemos decir también que Adam se gradúa como compositor icono de su generación, codeando amigablemente con esos artistas que no divagan demasiado al momento de conectar pensamientos en su hablar y se exponen de manera sencilla (o contundente) con ideas extraídas de sueños surrealistas, como son los casos de su camarada Kurt Vile y sus semejantes Conor Oberst y Sufjan Stevens. Ejemplo de ese atributo el track final «In Reverse», que a la par de «Red Eyes» es de lo más emblemático de la producción.
En fin, no podemos reprocharle nada a The War on Drugs en Lost in the Dream. ¿Cómo hacerlo cuando el más mínimo detalle sonoro, lírico y de producción fue revisado minuciosamente una y otra vez hasta llegar al punto de rayar la perfección? Es cierto que no tenemos un disco que cambiará el curso de los días en la música, pero sí uno que presume la elegancia que lo acoraza y de un balance justo en todas sus valorizaciones posibles. No destaca un atributo más que otro y esa es su mayor virtud, precisamente, al estar perfectamente sostenido en el punto medio del balance que se da lugar por sus múltiples encantos que avanzan, flotan, bailan y sonríen de manera uniforme. Sin duda alguna, una afortunada obra en el máximo peldaño de su especie.
Tracklist:
- Under the Pressure
- Red Eyes
- Suffering
- An Ocean In Between the Waves
- Disappearing
- Eyes To The Wind
- The Haunting Idle
- Burning
- Lost in the Dream
- In Reverse
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Me suena a: Kurt Vile, Frankie Rose, Guillemots
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