Nettwerk Music Group, 2014


Pocas cosas me han traído placer este año como el nuevo disco de Sinéad O’Connor. Si bien creo que nada en su reciente LP, el número 10 de su carrera desde la década de los 80’s, supera la genialidad de un par de canciones, el disco sorprende gratamente y se vuelve uno de esos discos disfrutables para oír y, en algunos casos, también para escuchar.

 

Algo que puedo apreciar mucho de cualquier producción musical es que, más allá de ritmos pegajosos o sonidos agradables, exista un buen soporte lírico, un mensaje a recordar, una buena composición que en bellos versos o en inteligentes observaciones trascienda una producción comercial. En este tipo de industria tan orientada por el consumo, los clichés, los contratos y las fórmulas de márketing, de vez en cuando (a veces muy de vez en cuando) aparecen obras sinceras, con valientes letras autobiográficas que se ganan por mérito propio ser llamadas arte ya que, como bien se dice, la realidad supera la ficción.

 

I’m not Bossy, I’m the Boss tiene la fortuna de contar con buenas canciones de rock, algunas retro, otras con buenos cimientos blueseros, pero además, con un par de joyitas trascendentes. Les platico:

 

Es curioso que el disco abra con la canción que intituló su producción de 2012 y con la que se marcó un regreso de esta artista que desde el Nothing Compares 2 U de Prince, no había tenido un éxito tan sonado. «How ABout I Be Me» podría ser el nuevo himno para las personas que buscan autorrealización del ser, y ser complementadas por una pareja en todo el sentido de la palabra, no una persona que las salve ni a quien salvar. Ésta es una de las canciones autobiográficas de Sinéad en este álbum.

 

«Dense Water Deeper Down» con un sonido que nos remite a Boney M y su «By The Rivers of Babylon», es una canción alegre que habla de las dificultades de un amor imposible. Otra canción retro es «James Brown», creo que con el nombre basta para darse una idea de qué va. Ambos, buenos ejercicios de revisión de estilos populares del siglo pasado, actualizados y reinterpretados en 2014.

 

Por su lado «Kisses Like Mine» y «The Voice of My Doctor» comparten formas mucho más evidentemente blueseras; como O’Connor ha declarado en algunas entrevistas recientes: «todo lo que hagas en rock, tiene sus raíces en el Blues».

 

La siguiente canción de amor, y también una de las destacables, con arpegios ochenteros, es «Your Green Jacket», si la letra no fuera tan visiblemente hecha desde una perspectiva femenina, podría ser muy útil para los enamorados de cualquier género. Aquí tenemos un primer favorito.

 

And even though I know I’m not for you
Is it OK to say I really do adore you?
And I would give anything
To be the one who kisses you

Goodnight

«The Vishnu Room» es la siguiente canción romántica, si bien la pieza hace evidentes referencias a la religión Hindú, O’Connor, como algunos saben, es muy devota de la línea judeo-cristiana, de hecho, a finales de los 90’s el obispo Michael Cox de la iglesia Irlandesa Ortodoxa Católica y Apostólica la ordenó sacerdote, algo prohibido por la iglesia Cristiana Católica, Romana y Apostólica (la del Vaticano, vaya).

 

«Harbour» es la canción fuerte del disco; un buen esfuerzo, pero sin mucho que destacar. Un crescendo que para algunos puede resultar catárquicamente atractivo.

 

La canción pop de este disco se la lleva «Take Me to Church», otra obra autobiográfica que nos habla del punto de madurez de Sinéad y que empata su visión religiosa con la edad mental y espiritual en la que se encuentra. A pesar de su gran religiosidad, la irlandesa ha trascendido a la espiritualidad, desde mi ateo punto de vista.

 

I’m gonna sing songs of loving and forgiving
Songs of eating and of drinking, 
songs of living, songs of calling in the night 
‘cause songs are like a bolt of light
And love’s the only love you should invite
Songs of long and spiteful fails
songs that don’t let you sit still 
Songs that mend your broken bones
and that don’t leave you alone
So get me down from this here tree,
take the rope from off of me
sit me on the floor,
I’m the only one I should adore!

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La canción rara y malograda de la producción definitivamente es «Where have you been?» que habla de un encuentro sexual con el diablo mientras poseía a su amante… o algo similar.

 

Lo mejor para este escucha, sin duda, son estos dos tracks:

 

«8 Good Reasons»; tendría que citar toda la letra, pero mejor vean el video que les comparto aquí enseguidita. Se agradece profundamente lo sinceridad en la canción, para los que sentimos que «no somos muy de este lugar» es un gran regalo. Habla sobre su periodo de «bipolaridad» e intento de suicidio, su inconsistencia musical hasta hace un par de años, incluso encontramos pistas de su correspondencia con Miley Cirus, pero sobre todo, el punto en el que está hoy. Y sí, tampoco sé cuáles son sus tal vez nueve buenas razones.

 

Por otro lado, «Streetcars» es una excelente pieza para escuchar a medio dormir o por lo menos en un estado de consciencia más sensible, ya que hace gala de su voz de manera mántrica. La letanía rítmica, la honestidad lírica, el piano simple de fondo, los pujiditos, los susurros y los altibajos hacen de la canción de cierre de este LP un gran momento. En serio.

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Reseña: I’m Not Bussy, I’m The Boss de Sinéad O’Connor

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Tracklist:

  1. How About I Be Me
  2. Dense Water Deeper Down
  3. Kisses Like Mine
  4. Your Green Jacket
  5. The Vishnu Room
  6. The Voice of My Doctor
  7. Harbour
  8. James Brown
  9. 8 Good Reasons
  10. Take Me to Church
  11. Where Have You Been?
  12. Streetcars

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Me suena a: Dolores O’Riordan, Morrissey, Sade


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