Parlophone, 2014


El sexto trabajo de Coldplay llega en un momento donde las dudas y las situaciones personales de Chris Martin golpean con más fuerza que de costumbre al interior del grupo. Entre el éxito muy en entredicho de Mylo Xyloto y el divorcio del vocalista de su pareja Gwyneth Paltrow, los británicos afrontan muchísimas dudas en este trabajo, donde parece imposible verlos en los años de A Rush Of Blood To The Head Viva La Vida, cuando eran la banda a seguir.

Y a pesar de eso, daban motivos a la ilusión para creer que veríamos de nuevo al cuarteto londinense sorprendiéndonos. Cuando lanzaron «Atlas» para la banda sonora de Hunger Games, no desentonaba en lo absoluto y al contrario, era una demostración de que diferente de lo que en «Princess Of China» o «Every Teardrop Is A Waterfall» nos hicieran pensar, no habían perdido el toque de conmover y hacernos sentir grandes.

«Atlas» fue un anticipo de lo que podríamos esperar en Ghost Stories, conformado por nueve canciones y producido por varios personajes entre los que destaca Jon Hopkins, colaborador de la banda desde los tiempos de Viva La Vida, así como de Brian Eno, productor de Viva La Vida y Mylo Xyloto. De acuerdo a lo explicado por el baterista Will Champion, en esta ocasión se decidieron por un estilo mucho más intimo y acústico, contrastando con el estilo ambicioso y «universal» de sus dos trabajos anteriores.

Para calmar la espera, lanzan como primer adelanto la minimalista «Midnight» y luego el primer sencillo oficial del álbum, «Magic», con más ambiente de himno del que ellos bien saben hacer. Luego llega la polémica con «A Sky Full Of Stars» y la producción de Avicii, que parecía darles alas a quienes sospechaban que no se trataba de otra cosa que una medida desesperada por reponerse de su disco anterior.

La historia de despecho y melancolía de Chris y Gwyneth inicia con «Always In My Head». Deja clara la dinámica de Ghost Stories de ahí en adelante. Muchos teclados, percusión sencilla y melancolía a flor de piel en la voz de Martin.

Aparece «Magic», la mejor demostración para el mundo de que Coldplay no iba a sonar igual que en Mylo Xyloto, algo que llenaba bastante las esperanzas de verlos nuevamente desafiándose a sí mismos. No sé si la idea era como sonar a los One Republic de «Counting Stars», pero eso es lo que lograron y no les queda tan mal, si me preguntan. Resultará reconfortante para muchos de los que se sintieron decepcionados con su disco anterior, así como puede funcionar para los que gustaron del mismo, asimilándola como una evolución lógica en su propuesta.

Llega «Ink» con algún guiño a los viejos tiempos en las guitarras. Es agradable y algo emparentada con «Strawberry Swing» en el rasgueo. No sería raro verla como sencillo, sobre todo por ser una de las letras más amargas de Chris en toda su trayectoria. Pero sin duda es «True Love» la canción que nos devuelve a los Coldplay creadores de himnos que van mas allá del bien y del mal, muy a pesar de Timbaland, quien contribuye con percusiones extras. El desempeño de Chris es magnifico, los teclados invitan a dejarse llevar en su inmensidad. Es un retrato nostálgico que si bien para el contexto nos sitúa en el final con Paltrow, también es como si pidiera amor para una banda que como dijeran en Viva La Vida, gobernaba el mundo. El solo de guitarra reafirma esa sensación de reivindicación.

«Midnight», el primer adelanto de la producción, es bellisima por donde se le mire. Parece perfecta para flotar en el agua, mientras miras el cielo estrellado y la luna imponiendo su ley en toda la existencia. De las mejores canciones del 2014, indistintamente de si es innovadora o no. Porque no faltaron comparaciones con Sigur Rós. Le sigue «Another’s Arms» sostenida en el piano, a la par que cruza el trip hop con el R&B de Boyz II Men. Adquiere intensidad conforme pasan los minutos, dándole un acabado precioso.

Luego de una más repetitiva «Oceans» que aun así se hace querer, aparece «la innombrable»; esa que parecía borrar con los pies lo que hicieron con las manos; esa donde nuevamente parecían violar el recuerdo de sus fanáticos con otra colaboración con un artista del momento. Así es. Es el turno de «A Sky Full Of Stars». Algunos dicen que sobra, otros que pelan más el cobre que nunca, a otros les encanta y otros ya le dan el título de la canción del verano. Para mí, resulta efectiva y una jugada astuta, siendo que Avicii a diferencia de muchos de sus contemporáneos DJs, sí aprovecha el usar los instrumentos convencionales en una base bailable convencional para los estándares actuales (prueba de eso, «Wake Me Up»). No me extrañaría si en los conciertos deciden prescindir de los arreglos discotequeros y hacerla balada, un poco como ocurrió con «Lost!».

«O» es un buen final con un piano conmovedor, ejecutado de forma distinta a la que hizo conocido a esta banda, y con el mismo ambiente melancólico que se pudo apreciar a lo largo de un disco que polariza todavía más las opiniones de todo el mundo con respecto a lo que representa Coldplay en la actualidad.

Ghost Stories es básicamente el lado B de Mylo Xyloto: nocturno, desolado, lounge, con una vocación comercial más bien limitada (a excepción de «A Sky Full Of Stars»). Cuando la banda estaba de gira con el álbum anterior, Chris explicaba que se sentían abrumados por la competencia que ofrecían Adele y Justin Bieber. Bien, pues parece que ahora el complejo es con Lorde, Lana del Rey y personajes del mismo estilo.

Lo anterior significa que Coldplay entró en una etapa en la que suelen entrar todas las bandas: al dejar de ser referentes, deben acoplarse a la tendencia para seguir de pie. Eso no es necesariamente malo, siempre que se sepa hacer y no se pierda la identidad en el proceso, como ocurrió con su trabajo anterior. Pues bien, en este álbum lograron parcialmente reconciliarse consigo mismos, pero a costa de tener que volver a la melancolía de sus inicios, y a costa de ser lo más cercano a un Chris Martin en solitario. Por eso no creo que sea justo pedirles ser más tristes o alegres, o que hagan un nuevo Parachutes o un nuevo Viva La Vida. Deben seguir su instinto, aun cuando eso implique que se separen, o metan la pata de vez en cuando.

 

Tracklist:

  1. Always in My Head
  2. Magic
  3. Ink
  4. True Love
  5. Midnight
  6. Another’s Arms
  7. Oceans
  8. A Sky Full of Stars
  9. O

 


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