La música esencialmente folk suele componerse de un cúmulo de emociones y sentimientos íntimos que buscan salir al exterior. El artista debe darle el mismo peso a lo personal, a eso que le grita desde las entrañas que al sonido acústico y orgánico al momento de componer, pero también debe ser capaz de dibujar en el aire sus escenarios, pintar sus propios colores y regresar a placer en el tiempo; por ello a lo largo de la historia hemos sido testigos de piezas verdaderamente desgarradoras, cargadas de honestidad y mucha imaginación que incluso sirven como escape de confesiones que de otra manera no podrían declararse. En otras palabras, el folk es un género para valientes de mentes abiertas.
Reseña: «Are We There» de Sharon Van Etten
Sharon Van Etten es una artista que ha demostrado tener el valor suficiente para exponer sus muy peculiares perspectivas de situaciones triviales en la vida que llega a establecer una conexión con quien le escucha, ya sea por la empatía generada o por la curiosidad por comprenderlo todo desde una cosmovisión diferente. No es que ella tenga un genio lírico extraordinario, de hecho es evidente que se encuentra en una (imparable) progresión en su capacidad narrativa pero en la música eso no es necesario (claro, hay superdotados en ese sentido) siempre y cuando se escriba con el corazón y la mente bien conectados. En ese sentido, Are We There, su nuevo álbum de estudio, se explica con cada línea anterior y por eso es uno de los trabajos más introspectivos y fuertes de la cantautora oriunda de Nueva Jersey.
En lo que a sonido se refiere, el álbum emerge con matices súper frescos. Estamos hablando de una colección de sensuales baladas fundamentalmente orgánicas pero almibaradas con tímidas evocaciones electrónicas. Es un acto donde el folk se funde con la ternura del pop, la modernidad del dream-pop y con todo lo demás que Sharon se encuentra en su sincero caminar con el placer y el dolor humedecidos con la lluvia. Su voz se escucha potente y firme cantando tópicos de amor maduro, de desamor, de traición cobarde y de aceptación. Líricamente se vale de una característica que se hace constante a lo largo de todos los tracks, y es la forma en que logra centrarse en las cosas buenas o malas pero fuertes de las relaciones, capturando esos momentos intensos pero también los otros, los aparentemente insignificantes, los que fácilmente se olvidan y que a veces son etiquetados como “pequeños detalles”, adornando a todos ellos con la sal del mar que moja sus pies descalzos.
Como resultado tenemos canciones ideales para esas mañanas grises y nubladas, o las tardes de lluvia serena en las que contemplamos las solitarias calles a través de una ventana que gotea mientras sostenemos la taza de café con ambas manos. Son los intensos momentos emocionalmente hablando, ponderosos de sensibilidad brutal los que harán el ejercicio de escucha de este álbum una experiencia profunda que recordarás por mucho tiempo gracias a pequeñas joyas como la sometida y tierna “Afraid of Nothing” (ojo con la hermosísima letra), la poderosa “Your Love is Killing Me” con sus vehementes redobles, “Our Love” con la distinguida participación de Adam Granduciel (The War on Drugs) en las guitarras, la cristalina “Break Me” y sus requintos como cascadas de hielo, y la acústica e inteligente “I Know” antes de cerrar con la cereza del pastel que es “Every Time the Sun Comes Up” que funge como el track icónico y más memorable del disco (no por nada fue elegido como sencillo oficial).
Mención aparte para otro de los puntos clave en el que, desde mi entender, se traduce el concepto existencial de Van Etten y de toda la producción: “You Know Me Well” en donde canta “Everyone is crazy with their own life/ Lies in existential, you ever want to find your way out/ Turn into yourself again and reach on out/ To become your true self”; líneas con las que Sharon queda más expuesta que nunca, sin brillo, sin adornos ni mentiras, sin miedo a mostrarse tal y como es: una valiente.
Yo sé que en este año hemos tenido la fortuna de escuchar al menos dos discos bien sinceros en lo que a letras se refiere (The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett de Eels y Benji de Sun Kil Moon), pero tomando en cuenta que aquí la misma Van Etten produjo y compuso todos los temas del disco y se involucró directamente en la instrumentación de la mayoría de ellos, y que además el resultado final no sólo fue refinado sino casi perfecto, debo destacar esta obra por encima de sus similares con las que competirá este año. Are We There es un álbum tan humano y divagante como reflexivo y directo que a veces, sólo a veces, me recuerda al oscuro tesoro que fue (es) Pain is Beauty de Chelsea Wolfe como su luminoso homólogo, como su respuesta pero con una luz que le apunta todo el tiempo volviéndolo mucho más amigable y muchísimo menos pesimista, desde luego, pero con la misma capacidad de sacudir conciencias y calar las pupilas.
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Reseña: «Are We There» de Sharon Van Etten
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Tracklist:
- Afraid of Nothing
- Taking Chances
- Your Love is Killing Me
- Our Love
- Tarifa
- I Love You But I’m Lost
- You Know Me Well
- Break Me
- Nothing Will Change
- I Know
- Every Time the Sun Comes Up
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Me suena a: Neko Case, PJ Harvey, Torres
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