Pienso que no hay nada más liberador para una banda alternativa hoy en día que componer y grabar su música bajo sus propios términos. Esto es, sin la presión de la industria fastidiando de vez en cuando para alterar un resultado final en aras de que sea radio-friendly o más agradable para el consumidor, alejando muchas veces al artista de un concepto que originalmente había fundado a base de puro romanticismo con tal de que el sello discográfico, y pocas veces también el autor, queden satisfechos con las altas ventas del producto y nada más. Y no es que Esben and the Witch hayan tenido que sacrificar su espíritu en anteriores entregas, pero con A New Nature se percibe que han dado un paso mucho más arriesgado forjando un nuevo camino por tierras de nadie y de la mano del súper productor Steve Albini (SHELLAC).
Reseña: «A New Nature» de Esben and the Witch
Es así porque ésta, su tercera placa de larga duración viene por primera ocasión bajo la edición de su propia casa disquera, Nostromo Records en independencia total, valiéndose así de la libertad que no los ata al compromiso de quedar bien con nadie más que ellos mismos. Por lo general las obras que se engendran bajo estas circunstancias deben ser valoradas mucho más por los fans, pues desnuda a su artista favorito para mostrarse a ellos tal y como es.
En los previos avances de este nuevo álbum que tuvimos oportunidad de escuchar meses atrás ya se advertía un oscurecimiento profundo en el sonido de la Bruja de Brighton, tales como “Dig Your Fingers In”, “No Dog” y “The Jungle”. La primera bajo la calma y serenidad de los bombos y esos sutiles arpegios eléctricos; la segunda con cierta fiereza en un estado mental mucho más agitado y sometida a un eclipsado ritual de escalas casi metaleras, en donde la instrumentación saturada funciona como un engranaje perfectamente engrasado sin que nada rechine; mientras que la tercera, cinemática y expansiva (con más de 14 minutos de duración), exhibe a la banda en sus términos más post-rockeros e instrospectivos con baterías tribales y guitarras ásperas que aparecen y desaparecen en los interludios de calma-caos-calma, bañando todo aquello en tibias cascadas de elegancia con un solitario saxofón que marca un parte aguas importante en su sonido, si se quiere ver así. En todas ellas, como a lo largo del álbum, la sensual voz de Rachel Davies suena magistral, como un beso fino que brinda calma y seguridad en el momento más desesperado.
Así pues nos dimos cuenta de una buena vez que las líneas suaves de sus capas gélidas, aun en atmósferas góticas, eran cosa del pasado reciente para la banda. Y al escuchar el resto de los tracks la invitación a refugiarse en una resonancia más rocker y orgánica se vuelve atractiva, casi como al escuchar los primeros trabajos de PJ Harvey en los 90s o la propuesta original de Mogwai en esa misma época; pues piezas como “Wooden Star” y “Blood Teachings” sugieren la engañosa paz que si bien no es típica de los recorridos por la noche en frondosos bosques, sí de la que te envuelve en la contemplación de humos grises transportados por el viento hacia el interior de tu propia cueva de consolación.
Dejar que la nueva naturaleza de Esben and the Witch penetre en tus sentidos es un ejercicio que no le caería nada mal a esos melómanos ávidos por música de reflexión con sus adecuadas dosis de explosión y crudeza; estos tracks no aritméticos, más humanamente bestiales pueden llegar a ser un buen antídoto para quien se vea atrapado en esa telaraña suicida de la monotonía y comodidad musical. Quizás estamos hablando de la obra más compleja y “diferente” en la corta trayectoria de la banda; una que de manera salvaje acariciará tus oídos con sus delicadas uñas afiladas.
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Reseña: A New Nature de Esben and the Witch
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Tracklist:
- Press Heavenwards!
- Those Dreadful Hammers
- Dig Your Fingers In
- No Dog
- The Jungle
- Wooden Star
- Blood Teachings
- Bathed In Light
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Me suena a: PJ Harvey, Mogwai, Swans
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