Hablemos de estas tres chicas adolescentes, hermanas todas con el apellido McCarthy. Son Giuliana, Finola y Edmee que rockean como los grandes, que se atreven como pocos, tan así que los labels que pudieran describir su sonido son bastos o más bien el producto de una fusión de todos. ¿Quieren prematuramente una expresión? Podría ser algo así como Sad-Core-Grunge-Gaze (?). Es Circus Trees una de las revelaciones más sobresalientes de este y otros años en la música alternativa.
Imagínense que escuchando su primer LP en la historia, Delusions nos rehusamos a meterlas en la categoría de «promesa». Se queda corta. Esta ya es una realidad que puede remover fibras en los fans más adictivos del heavy rock. Sus letras son dolorosas o depresivas, digamos, acorde a los conflictos existenciales propios de la edad de estas chicas, pero abordados de una manera tan madura como su música. Es que son construcciones melódicas poco ortodoxas y una instrumentación titánica pero al mismo tiempo administrada de manera excelsa, por lo que cada track es un vaivén de explosiones en diferentes intensidades; un sube y baja sensorial. En ese sentido, el álbum cuenta con su elevada dosis de dramatismo; es cinemático y dinámico. Y eso jamás podrá pasar desapercibido.
Es importante anticipar que si vienen en busca de una banda que los enganche con anzuelos melódicos que rayen los clichés de las cadencias convencionales, o de un sonido frágil y digerible que sea amigable con las radioemisoras están perdiendo su tiempo. Este no es ese tipo de grupo. Sí, es verdad, estas niñas despiertan emociones, pero de una manera distinta, más bien como un sentimiento de orgullo ajeno de observar a músicos en plena formación artística desarrollarse de una manera soberbia, simplemente impresionante, así como la emoción de saber que existen honrosos casos en las nuevas generaciones que apuestan a una mayor profundidad alternativa al momento de emprender proyectos musicales. Su sonido es poderoso pero parco, con una crudeza sonora que alejaría de inmediato a los escuchas más fáciles de impresionar y atraparía mejor a los estudiosos del sonido.
Con texturas que raspan pero seducen con energía eléctrica de por medio, una voz genuina y humana, instrumentación orgánica en general y una resonancia auténtica que alcanza sello propio de inmediato esta banda podría estar abriendo una cosmovisión sobre la música y sus ritmos bastante interesante. El potencial aquí es incalculable, y eso es lo más escalofriante (en el mejor de los sentidos) justo a estas alturas de la carrera de estas jovencitas.
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